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Los cateos que realizan y la confiscación de inmuebles que muchas veces sólo tienen sellos y están abandonados.
Ana Cecilia García/Diario BASTA
Es necesario que los inmuebles como casas, residencias, bodegas o edificios confiscados al crimen organizado, sean parte de una red de albergues para personas deportadas del extranjero o que regresan de forma voluntaria.
Al respecto, el diputado panista, Raúl Torres Guerrero, afirmó que en coordinación con la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, se brinden las garantías necesarias para su estancia. “Que las personas que regresan gocen de un refugio, alimento y vestimenta, además, estos lugares sean un espacio para el desarrollo de sus hijos, ya que muchos infantes no tienen escuela porque sus papeles están extraviados”.
Dijo que la fiscal Ernestina Godoy tiene la oportunidad de “poner un granito de arena” a la comunidad migrante que llega a la CDMX.
“Los cateos que realizan y la confiscación de inmuebles que muchas veces sólo tienen sellos y están abandonados, pueden ser espacios para que los migrantes que regresan a la Ciudad vivan y convivan con sus familias”.
Ahí, agregó, puede entrar el Gobierno local en brindar educación, alimento, servicios de salud y atención psicológica. “Se trata de darles un trato digno y sientan que regresar a la capital es sinónimo de solidaridad”.