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Diego Elías Cedillo
Ante el hito histórico que vivió el país este domingo y lunes, demostrando quiénes son traidores a la patria y quiénes verdaderamente aman a nuestra tierra azteca, valdría la pena destacar que el Presidente Andrés Manuel López Obrador hizo realidad su discurso de todas las mañanas, haciendo un llamado por una verdadera democracia en México.
Quedó demostrado con hechos y no con palabras, que la semilla sembrada por el oriundo de Tepetitán ha empezado a germinar, debido a que por primera vez en la historia de nuestro país hay democracia y se
respeta el voto de los legisladores y los ciudadanos.
Bien podríamos decir que Julio César, hace 2000 años, hizo sucumbir la democracia en Roma, poniéndose por encima del Senado; ¡hoy el Presidente Andrés Manuel, hizo renacer la democracia en México!
Tales hechos, seguramente son los que tienen enardecida y obnubilada a la oposición, por esta razón personajes como Azucena Uresti, Chumel Torres, o el senador “independiente” Emilio Álvarez Icaza, en nado sincronizado (parafraseando a Liz García Vilchis), inventaron que un avión de la Guardia Nacional es usado para fines particulares al dirigirse a Houston.
A manera de breviario cultural, tendrán conocimiento tales detractores de la 4T que los aviones de la Fuerza Aérea Mexicana o de la Guardia Nacional necesitan mantenimiento y muchas veces éste es realizado en los lugares de fabricación, cof, cof, Houston. Pues, no que muy fifís.
¡Ah! y antes que lo olvide, aprovechando la atención de los opositores, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, propuso nacionalizar la industria eléctrica.
POST-IT
Quien seguramente no use, ni usará el Metro con frecuencia es Ricardo Monreal, por aquello que ayer, en mi andar diario, escuché a señoras asegurar que el senador zacatecano está enquistado en el sistema político y que será difícil se vaya.
Lo anterior es una muestra tangente que Monreal Ávila no es querido por la gente, ni siquiera en la alcaldía Cuauhtémoc, territorio gobernado por él mediante su marioneta Sandra Cuevas. ¡Auch!
