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Alejandro Armenta Mier
Nos hemos dado cuenta que la sociedad cada vez tiene mayores problemas de manejar sus emociones y eso hace que su comportamiento sea inclusive violento y antisocial, porque tienen sentimientos que en algún momento de sus vidas no supieron cómo tratar y es algo peligroso porque al tratar situaciones cotidianas lo externa de formas que pueden dañar a otros.
La inteligencia emocional nos permite desarrollar habilidades específicas para reconocer el estado de nuestras emociones y aprender a gestionarlas en relación con nuestro entorno y con los demás.
Debemos tomar en consideración que, los niños a diferencia de los adultos, los niños poseen una mayor plasticidad cerebral, por lo que su capacidad de absorción de conocimientos no solo es mayor, sino de
mejor permanencia, ya que están en donde todo aquello que aprendan es mucho más significativo en sus vidas, por lo que puede repercutir en el desarrollo cognitivo como afectivos y social.
Es por ello, que el pasado dos de marzo presenté una iniciativa donde se reforman diversos artículos de la Ley General de Educación, con la finalidad de establecer como materia a la inteligencia emocional, en todos los grados y niveles educativos, por otro lado, serán capacitados los maestros y alumnos en inteligencia emocional impulsando esta especialidad como materia y así mismo, sea obligatoria como parte curricular en todas las escuelas sean públicas o privadas.