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Clase Política | Miguel Ángel Rivera
A pesar de la recomendación del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, para mantener la unidad interna en la llamada Cuarta Transformación y de su partido, MORENA, la verdad es que a pesar del peso específico del cargo y la posibilidad de que el gobernador de Tabasco con licencia se convierta en candidato presidencial, para muchos de los militantes y aliados, se trató de un “llamado a misa” y no están dispuestos a ceder ni un palmo de terreno.
Un caso sobresaliente es el del senador suplente (del coordinador Ricardo Monreal) Alejandro Rojas Díaz Durán, quien desde joven fincó su carrera política, dentro del PRI, en la protesta y la inconformidad con los procedimientos. Después siguió en el mismo camino, aunque no siempre con los mejores resultados para si mismo. Por ejemplo, estuvo en el equipo del jefe de gobierno del entonces Distrito Federal y ahora precandidato presidencial Marcelo Ebrard Casaubón, de quien fue secretario de Turismo, pero renunció o lo enunciaron y tuvo que abandonar el equipo. Luego apareció al lado de Ricardo Monreal Ávila.
La 4T trabaja para el bien del país
Cuando se decidió la candidatura de Morena al gobierno capitalino para las elecciones de 2018, en donde arrollaron a la oposición, el equipo de Monreal se inconformó porque nunca se conoció la encuesta decisiva, en la cual el zacatecano fue relegado al tercer sitio, pues también fue superado por el ahora secretario general del gobierno capitalino, Martí Batres Guadarrama.
En el equipo de Monreal uno de los que más se distinguieron en las protestas fue Rojas Días Durán, por lo que no sorprendió que apareciera como suplente del que sería el coordinador de la bancada de Morena en el Senado. Afiliado a esa corriente, aspiró a ser presidente de Morena, en un conflictivo proceso que finalmente favoreció al actual dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo.
Días Durán también fue candidato a alcalde de Cuauhtémoc, pero fue superado por Dolores Padierna, esposa del impresentable René Bejarano.
A últimas fechas, Rojas Díaz Durán recordó su origen tamaulipeco. Primero respaldó a su compañero de equipo Rodolfo González Valderrama, quien por un lapso parecía seguro candidato de Morena. Además de ser director de RTC del gobierno de la 4T, recibió el nombramiento de “superdelegado” en Tamaulipas, una posición que se presume la antesala para convertirse en candidato a gobernador del respectivo estado.
A pesar de esos antecedentes, González Guadarrama se quedó en la antesala, lo superó el senador Américo Villarreal, hijo del exgobernador priista del mismo nombre. En opinión de los “duros” del partido, operó en su contra la cercanía con Monreal, aunque se sabía que también cultiva una estrecha relación personal con el presidente López Obrador.
González Guadarrama ha actuado con disciplina, pero Díaz Durán no se somete y para hoy, lunes 31, tiene preparado un acto de protesta contra la dirigencia de Morena, encabezada por Mario Delgado.
No se sabe si tiene autorización de Monreal, pero de cualquier forma sus acciones se suman a la cuenta del coordinador en el Senado.
Con todos estos antecedentes, es difícil creer que al acercarse la fecha para la decisión respecto a la candidatura presidencial las disputas internas vayan a menos.
No es que la voz de López Hernández, no tenga peso, pero es mucho lo que está en juego.
Por lo pronto, como advirtió Monreal, se necesita la unidad interna para sacar adelante las reformas constitucionales del presidente López Obrador: eléctrica, electoral y seguridad pública.