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Diego Cedillo
He pensado en algunas ocasiones, cuando sería prudente escribir que Ricardito Monreal podría ser el candidato para contender por la Presidencia en las elecciones del 24.
Sin embargo, aseguran los confidentes (más cercanos a Mario Delgado) de este tunde-máquinas que hay un plan político digno de volver la historia de aqueos (griegos) y troyanos un cuento de Disney.
Dicho proyecto tiene la misión de desterrar al PRI de Alito Moreno, al PAN de Markito Cortés y al efímero PRD de Jesús Zambrano de México, pues se rumora que la estrategia política será la unión de MORENA con el partido naranja de Dante Delgado, teniendo como abanderado al Senador Ricardito Monreal.
Estimadas y estimados lectores ante la celebración del día de los inocentes, ustedes fueron en esta ocasión “la inocente palomita que se dejó engañar”.
Será que dicho día sea ocupado por algunos actores políticos, como el campechano Alejandro Moreno, para pedir prestado billullos a sus cercanos, ¡aguas estimada Secretaria General priista Carolina Viggiano! no vaya a ser que con sus costumbres, Alito le refiera la tarde de hoy “inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar”.
POST-IT Usualmente estos días se consideran épocas de descanso e incluso de poca actividad periodística, sin embargo, como diría el presidente Andrés Manuel López Obrador, está claro que vivimos tiempos muy interesantes.
Ya que nadie se hubiese imaginado que la persona que le pondría el “piquete” al ponche de estas fiestas, sería el padre Alejandro Solalinde, al reconocer la labor y sencillez del oriundo de Tepetitán.
Ante tales aseveraciones, ¿tanta envidia habrá corroído la mente de la “Senadora” Lilly Téllez al despotricar en contra del sacerdote?, tendrá conocimiento que el partido blanquiazul donde aparentemente milita, tiene una corriente de pensamiento afines a las ideas cristianas.
¡Ay! estimada Lilly, antes de abrir tu boca para hablar o mover tus dedos para tuitear deberías pensar en no desprestigiar tu papel de Senadora. Como quien dice, ¡hay niveles!
