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Samuel Cantón Zetina
Si la guerra contra la violencia parece perdida, la batalla contra la corrupción en el gobierno y puestos mandos, también.
¿Qué tendrá que hacer México para acabar con ese cáncer que aniquila su futuro?
¿Llegar a extremos de países islámicos que ahorcan, fusilan y decapitano
lo hacían los políticos ladrones y simuladores?
Santiago Nieto, tomado por limpio por oponerse al deshonesto Peña Nieto, fue contratado por AMLO para perseguir delincuentes y evasores fiscales desde la Unidad de Inteligencia Financiera.
Al final, el zar antilavado resultó tan sucio como los de antes.
En Canadá, el general Eduardo León Trauwitz fue detenido acusado de proteger al batallón huachicolero que por años ordeñó a PEMEX.
Fue subdirector de Salvaguarda Estratégica de la empresa.
Bajo su mando, militares -en complicidad con funcionarios- operaron impunemente el robo de combustible.
Sus cuentas bancarias fueron bloqueadas por… ¡Santiago Nieto!
En mayo 2019, Iván Rivas, empleado por 11 años de la Gerencia de Servicios de Seguridad Física, reveló que la orden fue: “Toma que encuentren, no se reporta…”
Y en el Poder Judicial, por más que su presidente Arturo Zaldívar diga que ya no hay corrupción ni nepotismo, se continúa solapando a pillos, como reveló el propio presidente López Obrador.
Un pilar (Nieto) de la lucha contra la corrupción -el otro es Gertz Manero-; un jerarca de la institución más prestigiada de México: el Ejército, y un encargado directo de cuidar el patrimonio de la empresa insignia de la República, partícipes y beneficiarios de lo que combaten.
¿Quién, cómo y cuándo va a extirpar el cáncer que ahoga a la Nación?