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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El amaranto podría convertirse en un alimento básico y estratégico para todo el país, de aprobarse en el Senado de la República la propuesta que este martes presentó el Congreso de Morelos, “en materia de derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad”.
Este alimento es considerado por la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación la Agricultura para tratar “enfermedades cardiovasculares, el dolor de estómago y la anemia”.
El oficio dirigido a Olga Sánchez Cordero, quien preside el Senado de la República, resalta que el amaranto puede ser servido lo mismo en “ensaladas o escaldadas, al vapor, hervidas, fritas en aceite y mezcladas con carne, pescado, semillas de cucurbitáceas, cacahuete (maní) o aceite de palma.
“Cocidas se pueden utilizar como guarnición, en sopas o como ingrediente en salsas y en alimentos infantiles (…) se consume tanto como hortaliza como cereal”, señaló.
El Congreso de Morelos resaltó que el amaranto “es uno de los cultivos más antiguos de Mesoamerica, el que es cultivado desde hace cuatro mil años, mismo que resultó un alimento básico para las culturas prehispánicas”.
Las principales entidades productoras de amaranto en México son Tlaxcala, Puebla, estado de México, ciudad de México y Morelos. El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) señaló que más del 80 por ciento de la producción nacional de amaranto es aportada por los estados de Tlaxcala y Puebla.
Aproximadamente en 300 hectáreas de la zona rural de la capital del país se siembra amaranto de forma artesanal.