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RODRIGO MOJICA
GRUPO CANTÓN
CIUDAD DE MÉXICO.- A los seis años se subió y probó por primera vez un go kart, a los 16 ya corre con pilotos que aspiran a tocar el cielo arriba de un bólido. Arturo Flores, el joven rizado, apenas en su plena juventud, habla como tipo mayor, como alguien que corrió la milla, porque literal, así ha sido, con tal de escribir esa historia que siempre merodeó de pequeño.
La Fórmula Uno es el techo de cualquiera, inmerso en este mundo del automovilismo siendo el protagonista, de ahí que desde muy chaval comenzó a actuar, pensar y decidir como adulto.
Y como en todo relato, con aquella estructura del principio y el final, el nacido en León, Guanajuato, desempolva los recuerdos, que, por cierto, tampoco es que sean tan añejos.
Por qué el deporte motor, por qué abandonar la niñez y ser parte de un nicho para gente grande, asegura que siempre fue seguidor de toda esta parafernalia con tintes de extrema.
“Un día estaba acompañando a mi papá en un evento, siempre he sido una persona muy platicadora, tenía seis años, lo recuerdo perfectamente, y conocí a una persona que tenía contactos en una pista de go karts, y yo siempre he sido muy aficionado a la Fórmula Uno, recuerdo que ese fin de semana había ganado Ferrari, y yo les preguntaba a todos si habían visto la carrera, y esta persona me invitó un día a probar, y el resto, aquí me tienes.
“Siendo muy chico le dije a mi papá que quería ser piloto, me apoyó con todas las ganas del mundo, empezamos a competir en carreras nacionales de karts cuando tenía tiene siete años, y hasta los nueve, por ahí de 2014. Luego fuimos a correr a Estados Unidos, por primera vez, pero seguía viviendo en México, íbamos y veníamos, después nos mudamos a Texas y comencé a correr a nivel estatal; en mi primer año quedé cuarto, en el que siguió fui segundo”.
Hablar de coches, escuderías, estrategias y todo lo que rodea a este núcleo, por su puesto le provoca emoción, un brillo diferente, y hasta se olvida de la demora a la cita para esta charla, luego de quedarse dormido en el bus.
“El automovilismo es un deporte muy completo, por la parte mental, el trabajar en equipo, físicamente, además tienes muy pocas oportunidades para demostrar lo que tienes, la presión es mucha, el desgaste, y eso te forma un carácter para adaptarte. Y obviamente la adrenalina es única”, ataja.
¡ACELERAR!
Y como en todo proceso, después de aquel lapso de formación, conocimiento y de enamorar algunas pupilas, se vino el salto a las llamadas Grandes Ligas, al inicio de los caminos tal vez más empedrados.
Y es que se vinieron las rúbricas de aventuras en la soledad, pero con ese dejo de enseñanza y prueba para saber si estaba listo.
“Gracias a los resultados en Texas le llenamos el ojo de Emerson Fittipaldi, que tiene un equipo de go karts en Miami, y tomé la decisión de irme a vivir solo a Florida, a los 13 años; fue duro, pero no me arrepiento, porque tuve dos años muy constructivos y aprendí muchísimo, y pude tener contacto con el Equipo Gonella, y mi primer acercamiento a la Fórmula 4”.
SE LA CREYÓ
El bolsillo acerca los reflectores y para una disciplina como ésta, se necesitan billetes en bruto, pero en el caso de Artie, él asegura que pudo abrirse camino con el apoyo de marcas que hasta el día de hoy confían en él.
“Ser piloto de carreras no sólo conlleva a subirte a un coche y andar rápido, o dar una vuelta rápido, eso es sólo una pequeña parte detrás de cámaras, porque en realidad se necesita también una preparación física fuera de la pista y tener muy buen manejo en las relaciones públicas, pues necesitas conseguir patrocinadores, porque este deporte es caro, y si no tienes dinero, como mi familia, hay que buscarle.
“Mientras puedas demostrar el hambre que tienes y puedas no solamente decirlo, sino respaldarlo con hechos y sacrificio, al final todo lo puedes lograr, puedes llegar a hacerlo”, confirma.
NUEVA AVENTURA
Su incursión esta campaña en la F4 United States Championship, que, por cierto, este fin de semana será telonera en el Gran Premio de Estados Unidos (Austin, Texas), ha sido como para muchos su primera vez, una llena de retos y reforzamientos. “Ha sido una temporada con altibajos, definitivamente, las carreras de pronto así son y no van siempre como uno quiere; a veces las cosas pasan o no pasan; pero esta campaña lo que me estoy llevando es aprendizaje, un par de resultados buenos, una conexión y una amistad con el equipo que no puedo cambiar por nada”.
Y acerca del hecho de compartir pista con Lewis Hamilton (Mercedes), Max Verstappen, Sergio Pérez (Red Bull), Valtteri Bottas, Charles Leclerc (Ferrari) y compañía, acepta que será único, y un parteaguas en su carrera.
“Honestamente es un sueño hecho realidad, será la oportunidad de estar en persona con los pilotos con los que he crecido, es acercarme, estoy muy emocionado, se me pone la piel chinita”.
A LO MÁXIMO
Finalmente, y ya en el lado correcto, aunque tampoco le pisa de más, acepta que sus aspiraciones son muchas, porque al final el Gran Circo es el escenario principal de los actores frente a un volante. “A mediano plazo me veo siguiendo el camino de Road to Indy, igual que Patricio O’Ward, y a largo plazo completar el Road to Indy y ver qué pasa, pues nada está escrito, estamos en un deporte muy volátil. Si pudiera soñar por un segundo, me gustaría soñar con Fórmula Uno o Indy Car”.