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Se plantea añadir un requisito más que deban cubrir aquellas personas que quieran adoptar a un menor
Juan R. Hernández
De acuerdo a datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México hay 4.5 millones de víctimas al año, siendo el primer lugar primer lugar en abuso sexual infantil, sin embargo organizaciones como Colectivo contra el Maltrato y Abuso Sexual Infantil, esta cifra podría ser mayos porque no hay denuncia.
Ante ello, y con el objetivo de proteger a este sector desprotegido, sobretodo al que se encuentren en situación de adopción, la vicecoordinadora del Grupo Parlamentario de Morena, Guadalupe Morales Rubio presentó una iniciativa para añadir como condicionante de no viabilidad que ninguno de los adoptantes se encuentre inscrito en el Registro Público de Personas Agresoras Sexuales.
Para tal fin la legisladora presentó un proyecto para hacer una adición a la fracción VII del Artículo 397 del Código Civil para el Distrito Federal que contempla los requisitos para adoptar, tales como que la persona adoptante tenga más de 25 años de edad y 17 años más que el adoptado; que acredite contar con medios suficientes para proveer la subsistencia y educación de la o el menor; que el solicitante exponga de manera clara y sencilla sus motivos para adoptar, que tenga un modo de vida honesto, que no haya sido procesado o se encuentre pendiente de proceso penal.
En este momento, explicó la representante popular por Venustiano Carranza, el texto a modificar contempla como condicionante de no viabilidad el que ninguno de los solicitantes se encuentre inscrito en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos y consideró que la regulación puede fortalecerse si se añade el que no se encuentren dentro de Registro Público de Personas Agresoras Sexuales -recientemente implementado por el Congreso y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México- para poder adoptar.
La diputada Morales Rubio subrayó que al puntualizar las observaciones que debe acatar las personas adoptantes, se busca garantizar un ambiente familiar adecuado y libre de cualquier violencia para las niñas, niños o adolescentes.
