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Chivas se lleva un punto del Estadio Azteca, ante unas Águilas que siguen invictas en casa desde que llegó Santiago Solari
Rodrigo Mojica
Grupo Cantón |
CIUDAD DE MÉXICO.- El punto final para terminar el relato de la noche en la que el futbol mexicano recuperó casi todos sus sentidos, se alargó de más, porque unos tales cremas amagaron hasta la agonía con entregar una de sus acostumbradas gestas.
Al final, no hubo tal. América 0-0 Chivas. Esta nueva edición del Clásico Nacional terminó con roscas, pero con la rúbrica de que el balompié de casa, aún en tiempos de pandemia, volvió a tener casi casa llena, pues el Estadio Azteca lució al 75% de su capacidad.
Poco más de 60 mil personas, cumpliendo las medidas sanitarias y adaptadas a la Nueva Normalidad, fueron parte de un encuentro, carente de anotaciones, pero no de emociones, y sobre todo pasión, pues, en el terreno de juego, ambos equipos se dieron con todo.
Una unidad por cuadro, igualada que sabe a poco o tal vez a mucho, pues parece que el objetivo del intruso salió a pedir de boca: no perder el compromiso más importante.
Las Águilas mantienen el invicto en casa, y los de la Perla de Occidente esperan nuevo entrenador, pues quien salió al banquillo no es el bueno.
Mucho por trabajar, aún torneo por recorrer, las dos escuadras se encaminan al último tramo, y tal vez se vuelvan a ver las caras, pero en una Fase a matar o morir.
PERDONA EL RABAÑO
Santiago Solari, sin cambiar de formación, volvió a moverle a sus piezas, y mandó a los que entendió, encararían mejor el partido, incluido un tridente ofensivo conformado por Roger Martínez, Henry Martín y Mauro Lainez, además de la vuelta de Álvaro Fidalgo, en la cintura.
Del lado rojiblanco, el debutante como técnico interino, Marcelo Michel Leaño, echó mano de arranque de Cristian Calderón, pero, además, la sorpresa fue Alexis Vega como inicialista, con todo y que venía recuperándose de una lesión y con poco ritmo.
Y el local fue el primero que probó con remate con la cabeza; y en otra, que parecía peligrosa, el testarazo de Roger se encontró con la humanidad de su marcador y del portero Raúl Gudiño.
La respuesta, igual de voraz, pues la visita robó en la salida, fue con Vega volando una bastante clara. Parecía cantado el primero.
Otra mala decisión de un nervioso Salvador Reyes, quien volvió a asistir al rival; sin embargo, Guillermo Ochoa estuvo atento en el área para tapar un centro que sólo buscaba una pierna que lo mandara al fondo.
Chavita, lavando un poco sus pifias, intentó desde fuera del área, y ahora Gudiño estuvo atento para romper a dos manos.
Y la última más o menos importante, fue del Tanque, aunque su pase al área pequeña se encontró la espalda del rival. Al descanso el cotejo se fue con empate a nada.
FALTO DE IDEA
El Rebaño, confiado con la leve superioridad que logró en el primer tiempo, salió con más confianza para el complemento y, al menos en los minutos iniciales, con la idea de tomar la iniciativa.
Pero, con el andar de las manecillas, ahora fue el de casa el que tomó la bola, el control y, ante una bien plantada zaga tapatía, cuando pudo pasarla, Henry se encontró con el atajadón del Gudi.
El escenario parecía dispuesto para encuentro de un gol, pues de nueva cuenta Martín estuvo cerca en una especie de ruleta en el área.
Y, otra vez en modo héroe, el cancerbero del forastero, con gran lance, desvió el cabezazo de Bruno Valdez, al tiempo que una melé parecía romper un ostión que, en el desenlace, terminó por no abrirse. América 0-0 Chivas.
