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Salvador Trejo
Ahora que el tan mentado Departamento del Tesoro de Estados Unidos se dignó a quitar de su lista negra al futbolista Rafa Márquez, renace una esperanza para que haga lo mismo con el cantante Julión Álvarez, quien fue ligado con la organización delictiva del narcotraficante Raúl Flores Hernández, El Tío, por presunto lavado de dinero.
Después de cuatro largos y tortuosos años, la OFAC (Oficina de Control de Activos de los gringos) corrigió y sacó de su lista negra de lavadores de dinero a Rafael Márquez, quien, al igual que Julión, desmintió haber participado en la organización de El Tío.
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos nunca pudo demostrar los presuntos nexos financieros de Rafa con el crimen organizado, ni tampoco lo ha hecho con el chiapaneco, pero sin ningún fundamento contundente lo sigue manteniendo en una lista negra y sujeto al descrédito, con sus cuentas congeladas y causando daño a su carrera profesional, su patrimonio y su vida personal.
Lo que hace la OFAC, como lo comentó el mismo Julión, es hacer investigaciones administrativas, pero porqué si están tan seguros de sus acusaciones no llegan a las instancias penales, en pocas palabras se pasan de lanzas.
En el caso de Julión y Rafa, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) cerró el caso porque no había delito que perseguir, pues no había pruebas concretas y se trataba de especulaciones. Ojalá y los gringos le den “su perdón” al chiapaneco como lo hicieron con Rafa.