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“Más que nunca Ecatepec es un pueblo que está en resistencia, es un pueblo que está en lucha”, afirmó el alcalde Fernando Vilchis Contreras al dar inicio al festival para conmemorar los 500 años de Resistencia Indígena, donde durante nueve días se presentarán conferencias y exposiciones de comida y danza prehispánicas, así como artesanías de la región.
Al pie del cerro Ehécatl, símbolo de Ecatepec, Vilchis Contreras, acompañado de su esposa Esmeralda Vallejo Martínez, presidenta honorífica del DIF municipal, de síndicos y regidores y de habitantes del municipio, dio inicio a dicho festival y destacó que el legado de grandes civilizaciones es invaluable y a lo largo de la historia de México sobresalen grandes hombres y mujeres.
“Es muy importante que sepamos el origen de la resistencia de nuestros pueblos”, dijo.
Con el gigante de Ecatepec de fondo, el 13 de agosto recibió el alba celebrando los 500 años de la Resistencia Indígena de México. Un día como éste, pero de 1521, cayó el Imperio Azteca en manos de los europeos.
“Pocos pueblos en el mundo pueden sentirse tan orgullosos de su origen, más nosotros como mexicanos, somos herederos de la cultura milenaria de grandes hombres y mujeres que han defendido con su vida una nación”, aseguró Vilchis Contreras en alusión a este hecho histórico.
Entre el humo purificador del copal, danza e instrumentos sonoros como el teponaztli, ocarinas, ayoyotes y el atecocolli, el edil hizo énfasis en el orgullo que representa para la mexicanidad, y en este caso, para los ecatepenses, conservar una herencia cultural de hombres valientes, siempre luchando por la libertad y la transformación.
“Este año 2021 se cumplen 500 años de la caída de Tenochtitlan y al mismo tiempo 500 años de la Resistencia de los Pueblos Indígenas de México”, expresó durante su discurso en la orilla del lago del Parque Ecológico Ehécatl, en la parte baja de la Sierra de Guadalupe.
“Nuestros hermanos fueron masacrados, pero nunca aniquilados. La prueba es que hoy, 500 años después, estamos aquí para recordar la resistencia histórica de nuestros pueblos, porque hoy más que nunca, nos sentimos orgullosos de la herencia cultural que nos dejaron para toda la eternidad”.
Ecatepec tiene como base a nueve pueblos originarios, además de comunidades conformadas por grupos étnicos que llegaron de otros estados de la República Mexicana y aún conservan lengua y tradiciones. En este sentido, Vilchis Contreras lamentó que se enfrenten a una nueva resistencia; que es la pobreza, la marginación y la discriminación.
“Eso es algo que debe terminar. Por ello, en Ecatepec hemos trabajado arduamente para que las personas que pertenecen a alguna etnia o a los pueblos originarios del municipio cuenten con el respaldo que necesitan de sus autoridades para poder hacer valer sus derechos y garantizar el respeto de sus creencias. Nuestro objetivo, ahora, es trabajar de la mano con los pueblos originarios de Ecatepec para rescatar y conservar nuestras raíces, además de fomentar ese sentido de pertenencia e identidad que nació junto con el Ehécatl y que ha trascendido al tiempo”, enfatizó.
Vilchis Contreras detalló que contrario a lo que se cree, la verdadera lucha de nuestros ancestros no terminó con la entrada de los españoles al centro del país, la batalla siguió su curso durante cinco siglos y es necesario preservar el conocimiento, las creencias y la sabiduría a lo largo del tiempo hasta llegar a nuestra era.
Previamente, Xíhuitl Tecuixpo, habitante de Ecatepec, presentó una reseña de los 500 años de resistencia en nuestro país, desde la llegada de los españoles hasta la Independencia y Revolución, lo que consideró “una oportunidad para la reflexión sobre nuestra memoria y sobre nuestra identidad como mexicanos”.
La joven afirmó que “muchos autores señalan esta fecha como la conmemoración de la caída del imperio de Tenochtitlán en manos de Hernán Cortés y sus aliados. Sin embargo, nosotros no estamos aquí por esa efeméride, sino para remembrar lo que un día fue una de las civilizaciones más grandes y prósperas”.
Agregó: “Mientras esto pasaba se formaba una nueva nación, cuyos cimientos se hacen sobre obsidiana, escudos rotos y la sangre de todos los caídos. Una nación producto de la mezcla violenta entre los conquistadores y los mexicas”.
Xíhuitl Tecuixpo destacó que “somos 300 años de batalla sangrienta, de resistencia ante sus espadas y sus cañones, somos la resistencia de 500 años de invasiones territoriales e ideológicas”.
Reiteró: “Hoy no estamos aquí para conmemorar una derrota, estamos aquí nuevamente para alzar nuestros chimallis y nuestras macuallis. No para responder con violencia a los que torturaron a nuestros abuelos, sino para hacer la declaración de que 500 años fueron suficientes para estar escondidos. Es hora de que los remanentes del imperio de Tenochtitlán florezcan nuevamente, de que de las sierras desciendan como nubes los guerreros jaguar que se han ocultado en las leyendas y las tradiciones de los pueblos de Guerrero y de Oaxaca. Es tiempo de que el águila despliegue las alas nuevamente y se escuchen los cantos y se sientan las danzas por toda América”.
Agregó: “Conmemoramos porque resistimos, porque pese a todas las imposiciones seguimos siendo náhuats, porque ni con fuego pudieron quitarnos el nombre y tan es así que hoy todavía nos llamamos Ecatepec y seguimos siendo Tulpetlac, Chiconautla, Xalostoc, Coatitla y Atlautenco. Por eso viva la residencia, viva Ecatepec y viva Tenochtitlán”.
Con esta ceremonia, se dio por inaugurado el Primer Festival de los 500 años de la Resistencia Indígena, que culminará el 21 de agosto e incluirá diversas actividades gastronómicas, culturales, artesanales, deportivas, así como una serie de conferencias, con lo que se busca difundir el conocimiento ancestral de los pueblos originarios: Santa Clara Coatitla, San Pedro Xalostoc, Santo Tomás y Santa María Chiconautla, Santa María Tulpetlac, San Isidro Atlauteco, San Andrés de la Cañada, Guadalupe Victoria y San Cristóbal.