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Enrique López
Estado de México. – A poco menos de 9 días de que inicien las elecciones y la violencia política no se detenga, en entrevista para Diario Basta, Rubén Salazar, consultor de Etellekt destaca que en el orden de delitos más numerosos que han registrado en la contienda política contra candidatos, son los de: “amenazas, robos, secuestros, daños contra la propiedad, intimidaciones físicas o verbales”.
Sin embargo, el delito más grave es el del asesinato.
En lo que va del año, se ha observado que; en marzo hubo 10 asesinatos de precandidatos, 3 en el mes de abril y tan sólo uno en el mes mayo.
“Desde que inicia la contienda electoral, en septiembre del año pasado, (incluyendo las víctimas de hace tres años), y el periodo del 2017 a 2018, nosotros hemos contabilizado el deceso de 152 políticos, 48 de ellos, aspirantes y candidatos. Para este periodo hay 87 decesos, de ellos 33 fueron de aspirantes y candidatos. Es decir, que a pesar de ser esta una de las elecciones más grande por el número de puestos de elección, no se ha registrado la misma violencia letal. Lo que sí hubo fue el resto de los otros delitos, sobre todo, actos de intimidación en mítines”, comenta el especialista.
Además, agregó: “Hay otro tipo de ataques que tienen que ver más con los cometidos contra colaboradores, amenazas físicas o verbales en actos proselitistas. Quienes participan suelen ser desde grupos de choque, hasta de militantes, que, con toda la intención, acuden e irrumpen en actos de campaña. En dichos actos, han usado desde armas de fuego, que si bien no han herido a nadie, han causado pánico. O incluso, hasta se han arrojado ácido muriático en la cara.”
Señaló que en este orden de ideas, 76% de los asesinados pertenecen a partidos opositores a los gobiernos de los estados por los que compiten. De estos, 28 de los 33 aspirantes contendían por un cargo a nivel municipal. Es de llamar la atención, pues es en el nivel más elemental de la elección es donde la violencia es más notoria. Sin embargo, tan sólo es en Guerrero, donde se detuvo a un posible criminal, mientras que en el resto de los casos, no ha habido consecuencias hasta la fecha.