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Fabian Pasos
El regreso a la vida pública de Ricardo Anaya fue sorpresivo para muchas personas en todo el país sin embargo te puedo asegurar que esta estrategia tiene muchas más respuestas que dudas, donde posiblemente estén preparándolo una vez más para postularlo a la presidencia de México en el 2024. México sigue perdiendo la memoria de lo que sucedió en nuestro país, Ricardo Anaya ha estado envuelto en diversos escándalos y al igual que diversos políticos están en búsqueda de recuperar el poder que perdieron desde que AMLO ocupó el cargo de presidente.
Después de diversos escándalos era necesario que Ricardo Anaya se alejara de la vida pública pues no le favorecía en lo más mínimo para su reputación misma que quedó hecha trizas después de ser denunciado por lavado de dinero cargo del que fue exonerado en el 2019.
Desde que Emilio Lozoya fue detenido el nombre de Anaya fue mencionado en más de una ocasión pues aseguran que él y muchos otros servidores públicos fueron sobornados para aceptar la fallida Reforma Energética en la época de Peña Nieto sin tener una respuesta clara de cuánto pudo haber recibido de soborno.
Diversos compañeros del mismísimo Ricardo Anaya han hablado pestes de él y aún así sigue con la falsa idea de ser el mejor candidato que tiene México.
Ricardo Anaya tiene un plan entre manos que no es tan honesto como todos creemos y estoy casi seguro que comenzará una campaña sumamente agresiva para seguir desprestigiando todo lo que haga el gobierno federal con la única misión de ganar un poco de confianza para este 2021 y testear el terreno para el 2024.
Es necesario que analicemos de cerca la campaña que está a punto de arrancar Ricardo Anaya pues es evidente que peleará por recuperar un poco del poder que le fue arrebatado y por más que asegure tener la respuesta para todos los ma- les del país me queda claro que no es del todo cierto. Espero que como mexicanos recordemos todo lo malo de este candidato para tomar medidas a futuro de quién podría postularse como candidato presidencial pues tengo la certeza que él no será la mejor opción.