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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
Un año se dice fácil, pero sin los grandes amigos, se vuelve una eternidad. Ayer, 13 de mayo, se cumplió el primer aniversario de la partida de Gustavo Nakatani Ávila, mejor conocido como Yoshio, un cantante sin igual, amigo incondicional y padre y esposo ejemplar.
Nacido en la Ciudad de México el 15 de octubre de 1949, de padre japonés, Yoshigei Nakatani, y madre mexicana, Emma Ávila, Gustavo pasó su niñez en el barrio de la Merced, donde sus padres tenían un puesto de alimentos. Una de las especialidades del lo- cal eran los cacahuates, pues su padre los preparaba de una forma peculiar; el negocio fue creciendo hasta constituirse como empresa y dar origen a lo que hoy en día conocemos como cacahuates japoneses.
Pero Yoshio buscaba más que el negocio de su familia, él presentó talento e inquietud por las artes desde muy temprana edad, de esa forma conoció la que fuera su vocación, el canto. Así comenzó su carrera, inició un grupo con el que participó en el Festival OTI de 1973, que estuvo íntimamente relacionado con él, pues se presentó en 10 ediciones de este concurso, en el que coleccionó tres medallas al Mejor Intérprete Masculino, siendo la más destacada la de primer lugar en 1981 por su interpretación de “Lo Que Pasó, Pasó”, compuesta por Felicia Garza.
El éxito musical del cantante, fue acompañado de participaciones en la televisión, donde debutó gracias a Silvia Pinal, quien lo invitó a participar en un programa de la serie Mujer Casos de la Vida Real. A partir de esta aparición, Yoshio entró en otros programas y novelas, como La hora marcada.
También fungió como conductor del programa de MVS, Ahora Toca, dedicado a presentaciones musicales, en el año 2000.
Con 26 discos en su carrera, Yoshio se consolidó como una de las voces más reconocidas en el género musical de las ba- ladas y también de los boleros.
La música formó parte de la vida del cantante hasta el último momento, pues pocos días antes de partir, Yoshio se dio el gusto de hacer un concierto por Facebook desde su hogar, titulado Unidos en Casa, don- de incluso participó su familia, su esposa, Marcela, y sus hijos. Tras librar una batalla contra el Covid, Yoshio falleció el 13 de mayo del 2020. Amigos cercanos y familiares se dieron ci- ta ayer para celebrar una misa muy íntima en honor al legendario intérprete, cuyo legado musical es imborrable.
Se fue Yoshio, cantante por elección y por convicción, un caballero arriba y abajo del escenario, artista de trayectoria impecable, hombre de familia, sigue cantando Samurái, jamás serás olvidado. QDEP.