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Vaya golpe que le asestaron al PRI en la capital. Mucha razón tenían los militantes y verdaderos dirigentes de mayorías al retirarse de las filas de ese organismo político.
Por mucho tiempo le suplicaron al líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas (Alito), atender el llamado de la mayoría. Realizar elecciones limpias en el PRI capitalino y cortar de raíz el problema llamado Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre e Israel Betanzos. Vividores que ya estaban en la mira de la Fiscalía capitalina. Alito no hizo caso. Él también tiene en su haber carpetas de investigación en la Fiscalía General de la República por infinidad de delitos.
De Gutiérrez de la Torre, ya sabemos todas sus linduras. Y de Israel Betanzos no es nuevo que fue detenido en el Aeropuerto de la Habana, Cuba, por tratar de pasar ilegalmente mujeres a México y cómo, sin trabajar, se hizo millonario.
Alito nunca quiso escuchar las voces de los militantes y realizó en el PRI CDMX elecciones fraudulentas. Ni siquiera atendió las resoluciones del Tribunal Federal Electoral.
En consecuencia, miles de militantes abandonaron el barco. De los más sentidos es el del diputado Guillermo Lerdo de Tejada, quien renunció a la fracción del PRI en el Congreso de la Ciudad de México.
Además, el líder social, Sergio Jiménez Barrios, quien se llevó con él a 17 mil militantes y evitó la confrontación a la que lo estaban obligando Gutiérrez a la Torre, Alito e Israel Betanzos.
EN EL CONGRESO CDMX, andan peor que buitres. El diputado al que le dicen el ‘ajonjolí de todos los moles’, Ricardo Fuentes, se auto propuso como presidente de la Comisión de Cultura, luego de la licencia que pidió la diputada Gabriela Osorio. La mayoría de Morena lo bateó. Prefieren a la diputada Lilia Rossbach.
