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HA CAUSADO CONMOCIÓN NACIONAL AL HECHO DRAMÁTICO EN EL CUAL LA SEÑORA ABRIL…
…Pérez Sagaón, después de sufrir lesiones que evidentemente se tipificaron como dolosas, con alevosía, ventaja y traición, siendo responsable de las mismas quien fuera su esposo, ahora fue cobardemente asesinada en un hecho calificado como feminicidio.
En este caso, y por el precedente de violencia que existe, hace pensar que el actor intelectual de este crimen tan atroz, es su ex esposo, entiéndase es ante todo una especulación.
Lo cierto es que el caso de Abril no es excepcional, cada vez con mayor frecuencia, se conoce la violencia que se ejerce en contra de las mujeres, quienes con todo valor protestan en las calles, pero al final de cuentas no se vislumbra un cambio radical; tal vez el caso de Abril, que se difundió de manera intensa, permita que se imponga el castigo que merecen tanto autores materiales como intelectuales.
Hay muchas “Abriles”, quienes difícilmente tendrán el privilegio de que se castigue a sus victimarios de manera ejemplar y, esa impunidad, solo es consecuencia del pésimo sistema de procuración e impartición de justicia en México.
En este sentido, desde la implantación de los juicios orales en México se ha demostrado que son ineficientes y aunque pretendan justificarlos, es del dominio público que la criminalidad se incrementa, por lo que es el momento oportuno considerar, con urgencia, nuevos procedimientos para castigar al delito y sus autores. Hoy por hoy los juicios orales solo han funcionado para beneficiar al delincuente y ante ello es indispensable darle mayor relevancia a la víctima, a la que debe protegerse sin limitación y otorgarle la imprescindible reparación del daño. Por lo anterior, tengamos presente, que solo personas capaces, con experiencia y sobre todo de acrisolada honradez, podrán lograr que se recupere la fe en la justicia, hoy trastocada por la corrupción.
