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Una respuesta “inesperada” en un MCDonald’s

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“El cliente siempre tiene la razón”, un lema que deberían seguir muchos establecimientos si es que quieren vender. Cuando el servicio falla, es lógico reclamar por una insatisfacción causada por lo mismo, pero el hecho jamás debería escalar a un ámbito de violencia.

Brittany Prince compró varias “cajitas felices” en un auto-mac de la cadena de Mc Donald’s el pasado mes de septiembre. Al notar que su pedido era incorrecto, salió del auto para reclamar su orden correcta. Durante más de 25 minutos ella esperó a que le dieran solución a su problema, acto seguido, pidió un reembolso mientras desquitaba su furia lanzando la comida hacia el gerente.

En un acto por más increíble, este le respondió lanzándole la licuadora donde se preparaban las malteadas.

El golpe le provocó fracturas en un pómulo y en la nariz.

He tenido una cirugía. Tuve un montón de citas con médicos y el seguimiento. Duras mañanas, duras tardes”, declaró Price.

Hasta el momento no se han presentado cargos contra ninguna de las partes involucradas.

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