Visitas
Una comedia mexicana que desafortunadamente cae presa de sus prejuicios y de su triste clasismo
Harry Plus
Calificación: Pésima (1 estrella de 5)
De entrada es importante mencionar que esta producción representa ser la secuela de la cinta llamada ‘El cumple de la abuela’ (2015), cuyo universo construido por Los Güeros Films culminará posiblemente con su tercera parte titulada ‘El testamento de la abuela’, pero hablando en concreto de esta película, el director Javier Colinas nos trae de vuelta a los irreverentes personajes de Susana Alexander, Tiaré Scanda, Marimar Vega, Luis Arrieta, Luis Ernesto Franco, Paola Núñez y Rodrigo Murray, pero además se suman al reparto histriones como Macaria, Renata Notni, Mariana Torres y Armando Hernández. Una familia sumamente convencional y desafortunadamente estereotipada.
En esta continuación, la abuela ha decidido casarse con ‘Julio’ (Dino García), el que por años ha sido el cuidador y jardinero de su casa en Cuernavaca. Aunque no están muy de acuerdo con la situación y el compromiso, las familias de ambos se reúnen durante un fin de semana para celebrar el matrimonio. A pesar de sus múltiples, marcadas e inverosímiles diferencias, todos tratan de llevar la fiesta en paz, pero esto resulta mucho más complicado de lo que parece. La boda peligra por culpa de sus nietos y solo ellos pueden hacer que tenga un final feliz.
Uno de los grandes errores que se realiza con este producción es implementar de forma triste y desvergonzada el estereotipo y el clasismo que ha dañado y permeado a la industria cinematográfica a lo largo de los años, aquí se utiliza como eje central para el desarrollo de la trama el prominente prejuicio y racismo que los personajes ejercen entre si, quienes se ven involucrados en un drama familiar de medianas proporciones que es elevado a una escala mayor con tal de incrustar en el espectador un aspecto cómico forzado y paupérrimo.
La inclusión de los nuevos personajes que representan a la familia de ‘Julio’, añade un sinsabor más para la trama, pues muestran de forma descarada y sin tacto la división socioeconómica que afecta a nuestro país, pues “representan” a una persona de escasos recursos, diferente, pero que es humilde y de buen corazón, que desafortunadamente es juzgada por la alta esfera por su comportamiento y su vestimenta, rebajándola y avergonzándola sin motivo aparente. Lo cual provoca que se llegué a uno de los más grandes desconciertos de la cinta, juzgar el matrimonio de la abuela porque es probablemente realizado con intereses económicos: Es triste que se sigan permitiendo contar y plasmar historias con nulo tratamiento y que atentan contra los derechos y la dignidad de las personas.
A su vez, la película falla estrepitosamente en aspectos técnicos tales como el encuadre y movimiento de cámara, el cual se ve sucio y poco cuidado, creando con una distracción para el espectador, aunado a una edición y ritmo de trama manejada con poca delicadeza, la sonorización que desencaja con los escenarios y las situaciones por las que los personajes se desenvuelven y en general las actuaciones que desbalancean el tono cómico planteado, pues pocas escenas y diálogos logran su cometido, creando una desfile de momentos burdos que pasaran sin pena ni gloria por la cartelera nacional.