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Javier González Garza, exoficial mayor del Congreso de la Ciudad de México, despedido semanas atrás por “pérdida de confianza”, al parecer cuenta con un expediente que en nada le ayuda en sus pretensiones de recuperar el cargo.
Trascendió que cuando estuvo al frente de esa encomienda, se sirvió con la cuchara grande, aprovechó su poder y pidió a diversos empleados una parte de su salario.
Un presunto caso son las plazas de especialista técnico, las acaparó y con la fuerza del puesto las asignó a sus allegados, pero no fue gratis, pues trascendió que les pidió en pago la mitad de su salario que al mes asciende a 34 mil pesos mensuales, más un apoyo de vales que suman 40 mil pesos.
Su aspiración de ser reinstalado se diluye, no se descarta que en caso de insistir salgan a la luz nuevas tropelías del allegado del subsecretario de Derechos Humanos en la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.
Las comas…
1.- Los pobladores de Tláhuac claman por el ingreso de la Guardia Nacional, pero no hay fecha, en tanto los linchamientos están a la orden del día.