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“Es narco, es operador del cártel del noreste, le pagan para inventarle a los soldados y a los marinos casos de violaciones de los derechos humanos”.
En pleno Salón Tesorería de Palacio Nacional, así denunciaba ante los medios de comunicación Carlos Domínguez, hijo del periodista tamaulipeco del mismo nombre, asesinado en enero de 2018 en Ciudad Reynosa. Se refería a Raymundo Ramos Vázquez, un supuesto periodista que había estado presente en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador. Con copias de un expediente de la PGR en la mano (AP/PGR/ SEIDO/VEITA/073/2015), Domínguez declaraba: “Aquí dice que recibía 5 mil dólares semanales por trabajar para los narcotraficantes”.
Esto ocurrió el pasado viernes 19 de julio. Día de mañanera ampliada. Tras la presidencial, tocó el turno de Sanjuana Martínez, directora de Notimex. El imputado Ramos no se coló a la conferencia. No. ¡Era de los invitados de la directora de Notimex! De acuerdo con el registro de entrada que hace todos los días la Presidencia de la República, este hombre Ramos entró porque estaba en una lista de invitados de Notimex. No podían negarle el acceso a un convocado por Sanjuana. Por eso entró tan fácilmente. Se conocen. Carlos Domínguez mostró al final una foto de la directora de Notimex, Sanjuana Martínez, con Ramos. El mismo Ramos en plena conferencia (la de Sanjuana) sacó una pancarta para acusar al periodista asesinado de haber incurrido en corruptelas. Eso y más ha declarado Ramos en entrevistas con Notimex. Pero Sanjuana le ha negado derecho de réplica a su hijo Carlos Domínguez. No se vio el viernes en la transmisión , porque fue al finalizar. Queda la duda: ¿Un narco en la mañanera?