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Indefendible moral y legalmente el proceder de Sanjuana Martínez contra decenas de trabajadores de Notimex, agencia de Estado que dirige, el presidente Andrés Manuel López Obrador la dejó sola en Palacio Nacional para la conferencia de prensa que ofreció ayer.
Muchas mentiras de Sanjuana. Dos hechos quedaron bastante claros. El primero: que sí hay fuertes indicios de corrupción en la agencia. Lo atribuye a la “cofradía, esta mafia que estaba rodeada de un equipo de cercanos, de fieles al líder sindical Conrado García Velasco”. Sí convenció. Pero en este asunto van muy lentos. Ya debería haber resultados concretos de la investigación que supuestamente realiza la Secretaría de la Función Pública. El segundo: muy delicada la flagrante violación de los derechos laborales contra decenas de trabajadores de la empresa, quienes han denunciado públicamente el hecho en las últimas dos semanas. Son al menos 70 sindicalizados (han ido a protestar afuera de Palacio Nacional), aunque Sanjuana diga que son a lo mucho cinco o diez. En este mismo tenor atropello a los derechos laborales, es falso cuando Sanjuana dice que ya están por firmarse convenios con casi todos, y que se les ha citado la primera semana de agosto en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Lo único que existe es un compromiso de que se van a presentar a una reunión de avenencia en esas oficinas.
Queda claro que existe una estrategia perversa de retener la última quincena de pago y el dinero que les toca de liquidación a los trabajadores, para asfixiarlos económicamente y obligarlos a aceptar el 30, 40, o máximo el 50% de lo que les corresponde conforme a la ley. Eso es hacer el trabajo sucio, aunque Sanjuana lo niegue.