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Ayer, en un hecho inédito, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se quitó esa cachucha y, por unos instantes se puso otra: la de ministra en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Y lo hizo para calificar de “inconstitucional” la reforma aprobada por el Congreso de Baja California (BC), que extiende de dos a cinco años el mandato del gobernador electo, el morenista Jaime Bonilla.
“…Mi opinión como Ministra en retiro… pero ya no como Secretaria de Gobernación, en mi opinión como Ministra en retiro, por supuesto que es una reforma inconstitucional, en mi opinión”, sostuvo Sánchez Cordero. Bien. Con este veredicto, acaso ya desquitó algo de los 297 mil pesos que recibe mensualmente de jubilación, más otro tanto en prestaciones como ministra en retiro. Su salario en Gobernación suma 107 mil libres al mes.
Terminada esa frase, Sánchez Cordero recambió su cachucha. “Pero yo, como Secretaria de Gobernación, tengo que ser absolutamente respetuosa del Congreso local, de los partidos políticos que van a interponer las acciones de inconstitucionalidad. Y por supuesto, de lo que resuelva en su momento la Suprema Corte, en relación a esta reforma”.
Lo bueno de la doble cachucha de Olga es que ya emitió una opinión jurídica: esa reforma la van a invalidar en la SCJN, instancia conformada por 11 ministros que ganan, cada uno, más de 600 mil pesos mensuales.
Esto debería dejar tranquilos a quienes creen que, el paso siguiente a lo de BC, sería que López Obrador impulsara una reforma a la Constitución Federal para ampliar su periodo presidencial.
Por cierto también AMLO quedará blindado: su ciclo de gobierno tampoco podría ser acortado. Todos tranquilos: el periodo de AMLO terminará el 30 de septiembre de 2024.
