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Una de dos: Marcelo Ebrard le mintió a los altos funcionarios estadounidenses con quienes negoció el acuerdo migratorio, o le mintió a los mexicanos. Evidencia con sus propias palabras. En las negociaciones en EU, Ebrard les dijo que la Guardia Nacional mexicana comenzaría a patrullar la frontera sur desde el lunes pasado, con 6 mil elementos de la corporación. Pero reconoce que aún no se despliega.
Ayer presentaron al general Vicente Antonio Hernández, activo en las Fuerzas Armadas, como el coordinador de los más de los efectivos que cuya labor será sellar la frontera sur. Sin embargo, ayer Ebrard rechazó que se vaya a militarizar la frontera. Al preguntarle por qué se haría cargo un general activo de la Defensa y no uno ya asignado a la Guardia, dijo: “Así lo determinó la Secretaría de la Defensa Nacional para apoyar a la Guardia, porque la Guardia pues todavía en ese momento apenas se está desplegando”. Donald Trump refirió que “6 mil soldados” vigilarán la frontera sur de México. O sea, militarización. ¿No?
Ebrard volvió a mentir cuando respondió que el hoy titular de Centros Penitenciarios Federales, Francisco Garduño (quien también participará en el plan para frenar la migración), no fue propuesto para la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) en 2004. Aseguró que fue en 2002.
¿Memoria selectiva? Es posible que Ebrard no se quiera acordar que el 6 de diciembre de 2004, el entonces presidente Vicente Fox lo destituyó de la SSPDF por el linchamiento de tres policías en Tláhuac. Después de ello, AMLO, entonces jefe de Gobierno, le propuso a Fox nombrar a Garduño en el cargo. Éste lo rechazó. Designó a Joel Ortega. Quizás haya más mentiras de Ebrard. Ya veremos.
