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Sea o no la instrucción presidencial, desde Palacio Nacional se comanda una operación política para tomar el control de todas las televisoras públicas, incluidas las estatales, en una primera etapa el Canal 21 de la Ciudad de México y hasta el Canal del Congreso (de la Unión).
El orquestador de ese proyecto es Jesús Ramírez Cuevas, vocero presidencial. Su principal operador, Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR), organismo supuestamente autónomo.
Ramírez y Villamil metieron la mano en el vigente proceso de designación del nuevo director del Canal Congreso. Por eso el primero “recomendó” al segundo que corriera a Fernando Coca de la Dirección del Canal 14 y designara a Leticia Salas.
Como pocos, Salas (gente del grupo de Felipe Calderón) conoce el manejo del Canal del Congreso. Metió de última hora al proceso de selección a quien fuera su director administrativo, Eduardo Fernández, visitante frecuente de Plaza Santo Domingo.
Una de las historias no aclaradas por Salas (aficionada a las adjudicaciones directas), es la compra de una unidad móvil Mercedes Benz, de más de 40 millones de pesos. Recientemente la encontraron desvalijada, en una bodega oficial. Y desaparecieron 12 de 16 cámaras de video y fotografía que adquirieron.
Salas también promueve que la Comisión Bicamaral del Canal del Congreso designe a Ana Cecilia Terrazas (calderonista, directora del IMER en aquel sexenio), o a Susana Solís, cercana a Manuel Velasco, ex gobernador de Chiapas, congelado por instrucción presidencial.
Así van avanzando. Villamil no ha tenido resistencia en su estrategia para apoderarse del Canal 21 de la Ciudad de México, en una especie de resurgimiento de la Regencia.