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Funcionarios de Atizapán de Zaragoza, empiezan a mostrar nerviosismo. La corrupción dentro del ente de Gobierno es escandalosa, por un lado, la edil Ruth Olvera solapa el despilfarro económico en el Organismo de Servicio de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Atizapán (SAPASA) y por el otro, muestra omisión ante las inconsistencias que se vienen presentando en la Tesorería municipal.
La fiesta organizada por SAPASA, para dar a conocer los ahorros en Atizapán, lo dice todo, el doble discurso es lo de hoy entre los gobiernos morenistas. Acusan corrupción de sus antecesores y se pisan la cola.
El titular de SAPASA, el panista Alexander Estrada, tendría que explicar cómo se hizo de vehículos y propiedades que seguramente con el sueldo devengado en todo su desarrollo profesional le hubiera sido posible adquirir. La lista es larga, pero ese es otro tema.
También la alcaldesa, ahora de Morena, con toda la experiencia en la política, tendría que saber que para tener la boca grande se tiene que tener la cola chica. ¿Recordará, la entonces edil de Tlalnepantla, cómo tuvo que escabullirse de un restaurante de la colonia San Rafael, en la Ciudad de México, cuando llegó el dueño de un periódico de circulación nacional, debido a las condiciones en que se encontraba?
Por lo pronto, ya documentado, la alcaldesa y su tesorero municipal tendrán que explicar la rara lista de proveedores que fue dada de alta el pasado 30 de enero, a los cuales se les han hecho importantes transferencias. La lista es rara, y más los conceptos. Huele a transa.
LA DE HOY: Parece que uno de los compromisos políticos que cumplió Ruth Olvera es la inclusión en SAPASA de Edgar Corona Aguilar. AUN HAY MÁS
