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Un comerciante de frutas y verduras, su hijo y sobrino, resultaron ser las personas que durante la tarde del domingo fueron brutalmente ejecutados y quemados a bordo de una camioneta en un paraje solitario de la comunidad de San Fernando en Huimanguillo.
Se trata de José Jesús Marín Osorio, José Andrés Marín Ramos, Heberto Marín Jiménez, quienes eran originarios de la comunidad de Miahuatlán segunda sección, San Gregorio de esta demarcación.
DUCTOS
Sobre el móvil de su ejecución, ha trascendido que podría estar relacionado con la industria ilegal del trasiego de hidrocarburo, ya que por sus terrenos pasaba un corredor de ductos en el que venía operando una toma clandestina.
Durante la mañana del domingo, Don “Chua Marín”, a como se le conocía ampliamente en la zona de Miahuatlán de Cunduacán, salió de su domicilio, ubicado en el sector de San Gregorio, para eso, se hizo acompañar de su hijo José Andrés y su sobrino Heberto, pues tenía que entregar una carga de fruta al parecer en Cárdenas.
HALCONEADOS
Nunca se imaginó lo que ese día le deparaba el destino, pero se infiere que ya la muerte los andaba rondando, y quienes se encargarían de mandarlos a otro mundo, al parecer los “halconearon”, desde la salida de su domicilio.
Se desconoce, el lugar y la hora en la que fue interceptado por los sicarios, pero la tarde del domingo, trascendió en medios sociales, el hecho, donde un total de tres sujetos habían sido quemados en la batea de una camioneta, justamente, en un paraje solitario de la región “huachicolera”, de San Fernando en Huimanguillo.
DE CUNDUACÁN
Días después de estos hechos, trascendió en este municipio, que los muertos eran de San Gregorio y al parecer sus muertes podrían estar relacionadas con el trasiego ilegal de hidrocarburo, pues en las propiedades de Don Chua al parecer pasaban unos ductos en los que venía operando desde hacía varios años, una toma clandestina, la cual dejaba dividendos al comerciante.
La mañana de este día, familiares de las víctimas se desplazaron hasta la FGE ubicada en el municipio de Huimanguillo, donde realizarían la reclamación de los cuerpos calcinados de estas tres personas que resultan ser padre, hijo y sobrino.