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Ciudad de México.– Ocho goles en ocho partidos, sin contar el que Necaxa disputó ayer de visita ante el América para darle forma a su duelo pendiente de la Jornada 1 de este Clausura 2019, es a los ojos de los directivos de los equipos más poderosos, por supuesto bastante atractivo.
Brian Fernández, quien llegó del Racing de Avellaneda a los Rayos, ahora mismo está rompiendo la Liga MX, y es el objeto del deseo de al menos cinco equipos: Cruz Azul, Tigres, Monterrey, Santos y el América.
El ofensivo argentino, quien a lo largo de su carrera acusó algunos problemas personales, que tienen que ver con las adicciones, fue adquirido por el conjunto hidrocálido por una suma que osciló los 680 mil dólares, y se habla de que los de Aguascalientes le pusieron una cifra de 11 millones de los verdes para el que se lo quiera llevar.
Al paso que va, Fernández se perfila para seguir reventando redes, “ténganme confianza, denme el balón y yo me encargo de lo demás”, comentó el pampero que les pide a sus actuales compañeros.
En el tema de la posible indisciplina, su club le hace exámenes semanales para asegurarse que sigue limpio.
LLENAN LAS ARCAS
Desde los tiempos de Edson Puch, el conjunto necaxista optó por darle prioridad al negocio, sin importar que sus opciones deportivas disminuyan considerablemente.
Edson, tras jugar en la Liga Deportiva Universitaria de Quito, recaló con los rojiblancos a cambio de 510 mil dólares y, tras varias campañas exitosas en las que muy rápido llamó la atención, finalmente fue vendido al Pachuca por siete millones de dólares.
El chileno no la pasó nada bien con los Tuzos, ni con los Gallos Blancos, en los que estuvo a préstamo, y está de regreso en su natal Chile.
BUEN OJO
Marcelo Barovero tenía la intención de abandonar el futbol; sin embargo, el Necaxa lo convenció de que fuera su portero, y éste se sometió a la disciplina eléctrica sin cobrar nada por su ficha, pues era dueño de sus derechos. Luego de convertirse en figura en todas las temporadas que defendió la meta hidrocálida, hace un año fue vendido a Rayados del Monterrey, que desembolsó 2.3 millones de dólares.
Mismo caso de Roberto Alvarado, pues El Piojo no significó una inversión, pero sí una buena bolsa, y Cruz Azul se hizo de sus servicios a cambio de 1.2 millones de dólares.
HUACHIPATO, LA SUCURSAL
El Club Deportivo Huachipato representa desde 2017 un gran alimentador para los Hidrorayos, porque dos de los elementos que le dejaron cuantiosas ganancias llegaron precisamente procedentes de aquel cuadro chileno. El paraguayo Carlos González, quien hoy es el romperredes de los Pumas, significó un gasto de 340 mil dólares, y Universidad tuvo que pagar 1.7 millones para contar con él en su plantilla.
En el caso de Víctor Dávila, quien apareció en el campamento del Necaxa también en 2017, para este último semestre fue cedido al Pachuca, pues a pesar de su inversión fallida con Puch, los de la Bella Airosa volvieron a apostar por un jugador que brilló con el aguascalentense.
La dirigencia puso sobre la mesa de la institución andina 204 mil dólares, pero se lo cedió a los Tuzos, como una gran promesa, a cambio de 5.7 millones de billetes verdes, y ahora mismo es banca.