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La estrategia y la venganza mantienen un dulce placer en una cinta que utiliza como elemento primordial la exquisitez de sus interpretaciones.
Ciudad de México.- Difícilmente podremos encontrar en la actualidad una cinta que maneje una estética visual y sonora de la forma en la que Yorgos Lanthimos lo hace con La Favorita, una película tenaz, ácida y muy bien lograda, pues utilizando un contexto de época, logra crear una historia cómica dramática que utiliza a la perfección a su personajes, que a su vez demuestran una diversidad de capas y matices psicológicos que llevan al espectador a confabular y entrar de lleno al relato que está presenciando.
Lo primordial a resaltar es el peso de las actuaciones principales, el cual recae de forma simplemente espectacular en el trío de mujeres que vemos en pantalla, pues el director sacó máximo provecho a cada una de ellas, tanto Rachel Weisz, Emma Stone y la increíble Olivia Colman, son sublimes en el manejo de emociones y expresión corporal, es un trio valiente y ferviente, pero a su vez frívolo y elocuente, con personalidades interesantes y complementarias entre si, que incitan y cuestionan su realidad y el contexto detrás de sus acciones.
La cinematografía es impresionante, cada encuadre narra la historia por cuenta personal, el manejo de colores y luces destaca a primera vista, con elementos estilizados, elegantes, y al mismo tiempo feroces. El score, que cuenta con grandes nombres como Vivaldi, Bach y Handel, acompaña a la perfección cada situación, pues juega un papel sumamente importante, y bien se podría catalogar como un exquisito manjar que por cuenta propia destaca y se apropia del escenario; acción, venganza, sentimientos directos combinados con cruenta aceleración, un ensamble maravilloso de apreciar.
La historia nos remonta a principios del siglo XVIII, cuando Inglaterra está en guerra contra Francia. La Reina Anne (Olivia Colman), ocupa el trono de forma débil, pues diversas enfermedades y problemas de autoestima la aquejan constantemente, y su amiga íntima, Lady Sarah (Rachel Weisz), gobierna en la práctica el país en su lugar, debido al también carácter inestable de la monarca. Cabe resaltar que Sarah, y para poca sorpresa, utiliza el poder que obtiene a su antojo, saciando su propio ego y vanidad. Todo comienza a cambiar cuando una nueva “sirvienta”, Abigail (Emma Stone), aparece en el palacio proclamando ser familiar de Sarah, pues es una noble que por malabares del destino quedó en la pobreza, obviamente esta presentación esconde oscuras intenciones y una inteligencia venenosa que pondrá en jaque la situación y amistad de las monarcas de Inglaterra. Su encanto seduce a Sarah, quien le brinda toda su confianza, pero eso ayuda a que Abigail, al ver una oportunidad para regresar a sus raíces aristocráticas, la tome en un abrir y cerrar de ojos, y así, utilizando sus nuevos lazos de confianza, empieza a acompañar con más frecuencia a la Reina Anne, buscando seducir y crear la apertura necesaria para cumplir sus sombrías intenciones.
Utilizando conspiraciones inteligentes, el anhelo nato de venganza, juegos de depredadores y víctimas, diálogos irónicos e hilarantes, y suma perspicacia por parte de todos los jugadores en este tablero de ajedrez, La Favorita es una apuesta oportuna y bien cimentada, cuya estructura narrativa está compuesta por diversos capítulos, los cuales aumentan la tensión y las emociones que nuestras protagonistas viven, acelerando el engranaje para obtener el desenlace menos esperado. Una película para disfrutar y contemplar, platicar y debatir, una producción que a titulo personal, contiene las mejores actuaciones en la carrera de cada una de sus protagonistas.
Calificación: Excelente