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- Presume los logros económicos de su gobierno en este año
- “No nos vamos a ver hasta el lunes 29”, anuncia la presidenta
- Pese a las diferencias, asegura Claudia que en la 4T hay unidad
Juan R. Hernández
Ciudad de México.- En la antesala de las fiestas navideñas, con el espíritu decembrino ya instalado en Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo cerró el año con cifras bajo el brazo y una sonrisa que mezcló balance económico, mensaje político y despedida festiva. La última “mañanera del pueblo” antes del descanso navideño tuvo de todo: indicadores positivos, bromas sobre la unidad y hasta un “Feliz Navidad” musical.
“Crece la economía, el peso está bien, bajó la inflación, aumento salarial, semana de 40 horas, aumento a los programas de bienestar, más inversión e inversión extranjera directa”, enumeró la mandataria, casi como si recitara una lista de deseos cumplidos. Y remató, mirando al auditorio: “¿Funciona la transformación? Funciona la transformación. Da resultados”.
Los números acompañaron el ánimo. El Indicador Global de Actividad Económica repuntó 1 por ciento en octubre, su mejor desempeño desde julio pasado. La inflación, esa invitada incómoda de los últimos años, bajó de 3.99 a 3.72 por ciento en la primera quincena de diciembre, mejor de lo esperado y justo a tiempo para las compras navideñas.
El peso, por si faltaba algo, también quiso sumarse a la posada económica: avanzó 0.22 por ciento frente al dólar y se acomodó en 17.93 unidades, en una jornada de bajo volumen, típica de temporada de luces y aguinaldos. Los analistas lo atribuyeron a la expectativa de que el Banco de México pise el freno en los recortes a la tasa de interés.
Sheinbaum aprovechó el cierre para hablar de la Cuarta Transformación y de la vida misma. “Imagínense que todos pensáramos igual, sería muy aburrida la vida”, soltó entre risas, al asegurar que, pese a las diferencias, hay “mucha unidad y mucha consolidación” en el movimiento.
Luego vino el momento democrático… pero exprés. A mano alzada, los reporteros votaron si habría mañanera en Nochebuena. Ganó el descanso. “No nos vamos a ver hasta el lunes 29”, anunció la presidenta, confirmando tres días sin micrófonos ni gráficas.
Antes de bajar el telón, adelantó que viajará a Acapulco para pasar la Navidad en familia. Y como broche final, deseó ¡Feliz Navidad! a los mexicanos, con villancico incluido. La economía cerró bien, la mañanera se fue de vacaciones y el año, al menos en Palacio Nacional, se despidió con música.
