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Derrotas en elecciones presidenciales, gubernaturas y la pérdida de militantes son factores que han golpeado al tricolor en las recientes décadas
REDACCIÓN
Ciudad de México.- Luego de más de 70 años de poder, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha caído en una curva descendente que ha estado marcada por derrotas electorales, fracturas internas y una pérdida sostenida de influencia.
Lo peor de todo es que a 25 años de haber perdido por primera vez la Presidencia, el tricolor atraviesa la etapa más crítica de su historia, ya que fue desplazado por Morena en número de simpatizantes, presupuesto y resultados electorales.
El partido que actualmente dirige Alejandro Moreno Cárdenas acumula la pérdida de 11 gubernaturas y una dirigencia cuestionada, por lo que llega la pregunta si el anterior portador de poder podrá reinventarse o ya solo sobreviven las sobras.

“El PRI no nació para ser oposición, nunca se ha constituido como oposición. Siempre se ha visto como el partido que gobierna”, dice Andrea Samaniego Sánchez, investigadora y profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM para Sin Embargo.
En lo que respecta a militantes, en 2019 el Instituto Nacional Electoral (INE) informó que el partido tenía seis millones 764 mil 615 militantes, pero para 2023 se redujo a un millón 411 mil 889, según datos del propio instituto, es decir, una caída del 79 por ciento en cuatro años.
Su participación e injerencia en el Congreso pasó de un control total a una negociación obligada por ser mínima, por lo que en la actualidad bajo el mando de Alito Moreno lejos de retomar un rol protagónico.
“Ahora (el PRI) está quedando casi en nada, y eso es responsabilidad de los propios priistas”, dijo Cárdenas, quien además afirma que expresidentes como Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto son responsables del estado actual del tricolor.
Por ello, académicos coinciden en que terminar la dirigencia de “Alito” Moreno sería un primer paso para que exista la posibilidad de una resurección del PRI, una vez que el político acumula tres periodos al frente del tricolor.