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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La mañana del lunes sobre la México–Toluca, kilómetros de automóviles quedaron varados mientras, a un costado de la vía, esto luego de que activistas de la Fundación Antonio Haghenbeck y de la Lama, IAP bloquearon la carretera por el predio que ocupa actualmente el Refugio Francisco
El litigio por la posesión del predio se ha prolongado durante meses sin una resolución clara. En ese tiempo, quienes sostienen el lugar con donaciones y trabajo voluntario denuncian presiones constantes y el riesgo latente de un desalojo. “Aquí no hay negocios, hay vidas”, reclama una cuidadora mientras señala las jaulas improvisadas y los espacios de atención veterinaria construidos con recursos propios.
La protesta afectó a cientos de automovilistas, algunos solidarios, otros molestos. “Entendemos su causa, pero nos dejaron atrapados”, expresó un conductor. Del otro lado, los manifestantes insisten en que no encontraron otra vía para ser escuchados. “Hemos tocado puertas y nadie responde. Si nos sacan, ¿quién se hará cargo de los animales?”, cuestiona un rescatista.
Al mediodía, la circulación fue restablecida tras la intervención de autoridades, pero el problema persiste. El temor a un desalojo inmediato mantiene en vilo a la comunidad animalista. “No pedimos privilegios, pedimos tiempo y una solución que no condene a estos animales”, advierten.
El bloqueo evidenció algo más profundo que un conflicto legal: la fragilidad de los refugios sostenidos por la sociedad civil y la ausencia de garantías para proteger a quienes no tienen voz. Mientras no haya una resolución, la amenaza sigue latente y las verdaderas víctimas continúan esperando.
A la opinión pública: pic.twitter.com/0UJ92OfmWP
— FAH (@FAHaghenbeck) December 20, 2025
