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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El sábado, minutos después del amanecer, el cruce de San Isidro y Moctezuma, en el barrio del Espíritu Santo, el municipio de Metepec se transformó en un escenario de muerte.
Un motociclista perdió la vida de forma instantánea al impactarse brutalmente contra un automóvil cuyo conductor optó por la huida, dejando atrás un cuerpo inmóvil y una escena marcada por la sangre.
El joven, de entre 25 y 30 años, salió proyectado varios metros tras el choque. Su motocicleta, de color amarillo, quedó reducida a chatarra, con piezas esparcidas sobre el pavimento.
Testigos relataron que el automovilista apenas detuvo la marcha unos segundos antes de acelerar y desaparecer entre las calles, consumando una fuga que agravó la tragedia.
Paramédicos de Protección Civil y Bomberos de Metepec arribaron con rapidez, pero nada pudieron hacer. Al revisar al motociclista confirmaron que ya no contaba con signos vitales; el impacto había sido letal. El cuerpo quedó tendido boca arriba, cubierto parcialmente, mientras la mancha roja se extendía sobre el asfalto frío.
La escena pronto atrajo miradas y teléfonos. Vecinos y curiosos rodearon el sitio, contenidos apenas por la cinta amarilla colocada por agentes ministeriales. Minutos después llegó la familia del joven. Los gritos, el llanto y la incredulidad rompieron el silencio cuando reconocieron el cuerpo, iniciando un duelo público y desgarrador.
Horas más tarde, personal forense retiró el cadáver y las calles fueron lavadas para reabrir la circulación. Sin embargo, el rastro de la impunidad persiste. El conductor responsable sigue prófugo y una familia carga ahora con una ausencia irreversible, mientras Metepec suma otra muerte violenta a sus estadísticas cotidianas.