Visitas
REDACCIÓN
El estruendo aún retumba en la memoria de quienes lo escucharon. A días del desplome de la avioneta Cessna ocurrido el pasado lunes en Toluca, las autoridades federales emitieron el resolutivo preliminar que confirma la muerte de los diez ocupantes y mantiene bajo investigación las causas que precipitaron la aeronave contra tierra minutos antes de completar su trayecto.
Al respecto se informa que entre los fierros calcinados fue encontrada la caja negra de la aeronave, a la par los cuerpos fueron recuperados entre restos calcinados, fierros doblados y fragmentos de fuselaje dispersos en un radio amplio. Siete adultos y tres menores murieron de forma instantánea, sin oportunidad de escape. La escena fue descrita por rescatistas como devastadora: sangre mezclada con combustible, asientos arrancados y equipaje reducido a cenizas.
La Fiscalía General de la República informó que la avioneta quedó asegurada como evidencia y que los análisis técnicos se concentran en el sistema de propulsión y control. Autoridades aeronáuticas ya revisan registros de mantenimiento y comunicaciones previas al impacto, mientras los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense para las necropsias correspondientes.
El impacto de la tragedia va más allá del siniestro. La comunidad deportiva permanece de luto tras perder a un equipo completo que horas antes celebraba un campeonato. Familias enteras quedaron rotas. El área del accidente permaneció acordonada durante varios días, obligando al cierre parcial de vialidades y dejando un recordatorio crudo: el triunfo se extinguió en segundos cuando la avioneta cayó del cielo, sellando una historia que terminó en muerte.