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FERNANDO ORTIZ
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- La alcaldía Iztapalapa se ha convertido en un foco de venta de productos pirata en la Ciudad de México.
En un operativo coordinado entre la Secretaría de Seguridad Ciudadana y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), se aseguraron más de 12 mil cajetillas de cigarrillos pirata —equivalentes a casi 400 mil unidades—, con un valor estimado superior a 1.7 millones de pesos en la Central de Abasto de Iztapalapa.
Además, las autoridades capitalinas han reportado casos de producción y venta de refrescos pirata en Iztapalapa. En un cateo en la colonia Santa Martha Acatitla Norte, se hallaron cientos de cajas con botellas de cola posiblemente clonada, que, según estimaciones de la Fiscalía de CDMX, generaban ingresos de hasta 360 mil pesos al mes para quienes operaban la red de comercialización.
Tianguis en colonias como Santa Martha Acatitla Norte y la Central de Abasto concentran enormes cantidades de mercancía ilegal que llega a consumidores y a comerciantes ambulantes.
Los decomisos y operativos muestran que la piratería no es un fenómeno menor: mercancía no regulada circula en mercados populares y tianguis a gran escala, donde se ofertan desde artículos textiles y calzado hasta productos alimenticios y de tabaco sin certificación oficial.
A pesar de estas acciones puntuales, la falta de operativos sostenidos y de coordinación entre autoridades municipales y federales permite que la piratería persista en la demarcación.
El impacto económico y en salud pública es considerable. Los productos pirata, al no cumplir normas sanitarias ni de seguridad, pueden suponer riesgos para quienes los adquieren, además de perjudicar a negocios formales y a la recaudación fiscal.
