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Vecinos denuncian que durante 2025 ha persistido la operación irregular de espacios porcinos sin permisos ni sistemas adecuados de limpieza
Mario López
GRUPO CANTÓN
Habitantes de diversas comunidades de Acolman han denunciado que granjas porcinas continúan operando sin permisos visibles y sin sistemas adecuados de manejo de residuos, pese a los reportes presentados desde el inicio de la actual administración municipal, de Blanca Guadalupe Sánchez Osorio.
Las descargas de purines y aguas sucias en canales y tierras cercanas a zonas de cultivo persisten sin intervención formal.
Los residuos generados por estas instalaciones contienen compuestos que pueden contaminar suelos y cuerpos de agua. Vecinos han señalado que las afectaciones se intensificaron durante 2025 y que no se han realizado muestreos oficiales ni inspecciones públicas que confirmen o descarten el riesgo sanitario.

La normatividad ambiental establece que la autoridad municipal es la primera obligada en supervisar el uso de suelo y verificar que las actividades pecuarias cumplan con los requisitos de operación. También debe atender denuncias ciudadanas y coordinar acciones de inspección con niveles estatal y federal.
En el caso de Acolman, los habitantes sostienen que el ayuntamiento no ha ejecutado operativos visibles, no ha informado sobre verificaciones y no ha aplicado clausuras ni medidas preventivas, pese a las solicitudes reiteradas.
A casi un año de gobierno, la administración municipal que encabeza Blanca Guadalupe Sánchez Osorio, ha omitido emitir comunicados oficiales que detallen acciones para frenar las descargas irregulares. Según testimonios vecinales, tampoco se han establecido mesas de trabajo ni visitas técnicas a los puntos señalados.
La falta de respuesta, coinciden distintos sectores de la comunidad, coloca directamente la responsabilidad en la alcaldesa Sánchez Osorio en funciones, quien mantiene la obligación legal de vigilar actividades pecuarias y prevenir afectaciones ambientales. Hasta ahora, los habitantes reportan que las granjas continúan operando sin control municipal efectivo.
