Visitas
- Historia, mensajes y encuentros con los presidentes
- “México siempre fiel”, fue el Mensaje de Juan Pablo II
- Seis mandatarios han recibido al máximo representante de la Iglesia
JUAN R. HERNÁNDEZ
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- Desde 1979, México se convirtió en uno de los destinos predilectos del Vaticano en América Latina. En casi cinco décadas, tres Papas —Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco— han realizado siete visitas al país, cada una marcada por su propio contexto político, social y espiritual.
La primera visita papal ocurrió del 26 de enero al 1 de febrero de 1979, cuando Juan Pablo II, recién electo, fue recibido por el presidente José López Portillo. Durante seis días recorrió Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Guadalajara y Monterrey, pronunciando mensajes de fe y unidad, y dejando para la historia su célebre expresión: “México siempre fiel”.
El pontífice regresó en 1990, invitado por Carlos Salinas de Gortari. Entre el 6 y 13 de mayo, visitó varios estados y beatificó al indígena Juan Diego, reforzando la devoción guadalupana. Tres años después, en agosto de 1993, realizó una visita breve a Yucatán, ya como jefe de Estado tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede.
En su cuarta gira, del 22 al 26 de enero de 1999, fue recibido por Ernesto Zedillo. Allí subrayó los valores familiares y la fraternidad. Su quinta y última visita, entre el 30 de julio y el 1 de agosto de 2002, ocurrió bajo la presidencia de Vicente Fox, momento en el que canonizó a San Juan Diego, consolidando un legado espiritual profundo.
El segundo pontífice en llegar al país fue Benedicto XVI, del 23 al 25 de marzo de 2012, recibido por Felipe Calderón. Su mensaje se centró en la paz, el rechazo a la violencia y la fortaleza de la familia, en medio de un contexto marcado por la crisis de seguridad.
La séptima visita papal ocurrió con Francisco, del 12 al 17 de febrero de 2016, invitado por Enrique Peña Nieto. Recorrió la Ciudad de México, Estado de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua. Sus mensajes denunciaron la corrupción, defendieron la dignidad de los migrantes, la inclusión de pueblos indígenas y la urgencia de la justicia social.
En conjunto, estas visitas no solo marcaron hitos diplomáticos y pastorales: trazaron un mapa espiritual que refleja las transformaciones del país. De la apertura religiosa de 1979 a los llamados actuales contra la violencia, los papas han dejado en México palabras que siguen resonando entre millones de fieles.
