Visitas
El 70 % de los abusos sexuales infantiles ocurre en el hogar y el consumo de alcohol multiplica hasta seis veces la probabilidad de agresiones físicas
Redacción
Grupo Cantón
Ciudad de México.- En México, el 27.9 % de las mujeres ha sufrido violencia laboral; más de 10.6 millones han vivido ciberacoso; el 70 % de los abusos sexuales infantiles ocurre en el hogar y el consumo de alcohol multiplica hasta seis veces la probabilidad de agresiones físicas. Estas cifras, presentadas por Ola Violeta AC en su reporte especial “Guadalupe Reyes… del acoso”, evidencian que la temporada decembrina es un periodo crítico para la seguridad de mujeres y niñas.
En el estudio, la organización advierte que el incremento de convivencias, posadas y reuniones prolongadas, sumado al consumo de alcohol, genera escenarios de vulnerabilidad en espacios familiares, comunitarios, laborales y digitales.
“Las dinámicas de poder en las fiestas hacen que el acoso no sólo ocurra con mayor frecuencia, sino que se normalice o justifique”, señaló la fundadora de Ola Violeta, María Elena Esparza.

El informe subraya que diciembre es especialmente riesgoso para niñas: reuniones familiares extensas y dinámicas de silencio habilitan entornos donde los abusos suceden sin supervisión y sin posibilidad de pedir ayuda.
“La Navidad no es segura para todas. Miles de niñas no están conviviendo: están sobreviviendo dentro de hogares donde el agresor es alguien cercano, como ocurre en ocho de cada diez casos”, precisó Esparza.
Las fiestas laborales también representan un punto crítico: las jerarquías y la presión social por convivir invisibilizan el acoso. Muchas mujeres evitan denunciar por miedo a despidos, represalias o estigmatización.
Aunque en 2023 se emitió la primera orden de protección laboral por acoso sexual, la organización advierte que el mandato sigue siendo que las mujeres deben adaptarse, soportar o renunciar.
“El espíritu de la Navidad no ahuyenta al del patriarcado, que es el verdadero Grinch de la temporada”, concluyó Esparza, llamando a desnormalizar el consumo excesivo de alcohol como justificación para el acoso en posadas y celebraciones.