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Habitantes de Zinacantepec denuncian una oleada de saqueos y profanaciones en el panteón municipal, acusan severo abandono y falta de vigilancia sobre el lugar
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La zozobra se ha instalado entre los habitantes del municipio de Zinacantepec luego de que el Panteón Municipal, un espacio destinado a recordar a quienes han partido, se transformara en un punto crítico de vandalismo y despojo.
En denuncia para Diario Basta y Edomex Hoy, exponen que en los últimos días, visitantes y vecinos descubrieron que varias sepulturas fueron violentadas: lápidas estrelladas, floreros destruidos, ofrendas arrancadas y nichos saqueados. Para muchas familias, el daño no es únicamente material, sino emocional, pues sienten que la memoria de sus difuntos ha sido ultrajada sin que exista una autoridad que responda.
Los episodios de profanación se hicieron evidentes el fin de semana, cuando los primeros deudos alertaron sobre tumbas abiertas y adornos funerarios dispersos entre los pasillos.
Las imágenes difundidas desde entonces exhiben un panorama desolador: cruces rotas, vidrios pulverizados y espacios completamente devastados. Algunos visitantes afirman que incluso objetos personales colocados como parte de rituales de duelo fueron robados, alimentando la indignación colectiva.
“Uno llega con el corazón en la mano, y lo primero que ve es destrucción. Es como perder a nuestros muertos por segunda vez”, lamenta doña Teresa, madre de familia cuya sepultura familiar resultó dañada.
La comunidad señala directamente a la falta de vigilancia como el principal detonante de esta ola de agravios. Reclaman que los guardias nocturnos no detectan movimientos sospechosos y, peor aún, aseguran que la barda trasera del panteón, ubicada junto a la calle Emiliano Zapata, se encuentra derrumbada desde hace meses.
Esa abertura, visible y accesible, se ha convertido en la ruta preferida para que grupos de delincuentes entren sin ser vistos y operen con absoluta libertad dentro del predio.
