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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
Una jornada de actividad en una barbería de Valle de Chalco terminó convertida en una escena de horror. En cuestión de segundos, dos hombres armados irrumpieron en el local y atacaron sin piedad a un cliente para despojarlo de su motocicleta.
El terror se multiplicó porque dos niños estaban presentes: pequeños testigos que, inmóviles y confundidos, vieron cómo la violencia se desenvolvía a escasos metros de ellos. El video difundido en redes no solo documenta el asalto, sino la crudeza con la que la delincuencia actúa en espacios que deberían ser seguros.
“Da coraje y miedo. Uno viene a trabajar, trae a sus hijos pensando que aquí no pasa nada, pero ya ni eso podemos confiar”, lamenta Ana, comerciante de un negocio vecino. Como ella, decenas de locatarios aseguran que los asaltos se han vuelto parte de la rutina y que la autoridad parece permanecer ausente. “Los denuncias y no pasa nada. Los vuelves a ver rondando como si fueran los dueños de la calle”, señala un residente que pidió reservar su identidad por temor.
Las imágenes muestran que uno de los delincuentes incluso revisa a uno de los menores en busca de objetos de valor, lo que ha generado profunda indignación. “Eso es lo que más duele: tocar a un niño. ¿Qué clase de seguridad nos ofrecen si ni los menores pueden estar tranquilos en un negocio?”, cuestiona María, madre de tres pequeños.
Las cifras respaldan el temor vecinal, pues en 2024, Valle de Chalco registró más de mil 400 robos con violencia, convirtiéndose en uno de los municipios más afectados de la Zona Oriente del Edomex. Los delitos contra establecimientos comerciales crecieron un 10%, realidad que los vecinos viven con resignación y enojo.
