Visitas
Para el 2026 el presidente municipal adelantó que se proyecta mantener y ampliar las inversiones en infraestructura hídrica para asegurar continuidad en su plan local
MARIO LÓPEZ
GRUPO CANTÓN
El presidente municipal de Nezahualcóyotl, Adolfo Cerqueda afirmó que la normalización del servicio de agua potable en el municipio avanza conforme a lo previsto y que las principales obras de rehabilitación y reperforación de pozos concluirán entre finales de noviembre y las primeras semanas de 2026.
En entrevista con Diario Basta! y Hoy Edomex el alcalde explicó que los trabajos en curso son indispensables para garantizar un abasto limpio, constante y con mayor caudal.
Cerqueda detalló que en las últimas semanas se han intervenido diversos pozos municipales, lo que ha provocado variaciones temporales en el suministro. “Cada vez que un pozo entra en trabajos de sustitución de equipos de bombeo y electromecánicos, necesariamente debe salir de operación. Esto genera un colapso momentáneo que ya habíamos advertido, pero es indispensable para mejorar la infraestructura”, señaló.

El edil explicó que las labores se llevan a cabo en dos fases. La primera contempla el reemplazo de bombas y equipos electromecánicos, trabajos que se prevé queden concluidos a finales de noviembre. La segunda corresponde a la reperforación o sustitución estructural de pozos estratégicos, entre ellos los ubicados en Vicente Villada y Reinosa, cuyas obras iniciarán en los próximos días.
Cerqueda subrayó que estas acciones forman parte de un paquete de inversión conjunta de más de 350 millones de pesos, aportados por el gobierno federal, estatal y municipal. “Fue necesaria una mezcla de recursos. El municipio por sí solo no podía absorber un proyecto de esta magnitud. Hoy se está trabajando para recuperar el caudal del oriente y fortalecer el sistema hídrico”, afirmó.
A la intervención municipal se suma el trabajo de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), que actualmente realiza mejoras en las plantas de rebombeo que abastecen a Nezahualcóyotl desde los ramales Mixquic y Tláhuac, así como en el sistema proveniente del Peñón–Texcoco, que alimenta la planta de rebombeo de Ciudad Tláhuac.
