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Al menos quince puntos, tanto laderas, barrancos o cerros en erosión, están en condición vulnerable y mantienen bajo amenaza a colonias enteras de la localidad
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La estabilidad de diversas colonias del municipio de Naucalpan pende de un hilo, y es que la autoridad local reconoce hasta quince taludes catalogados como de alto riesgo por Protección Civil, los cuales continúan sin atención integral, pese a que la actual administración reconoce el peligro.
El gobierno del edil Isaac Montoya asegura que la crisis responde a la falta de inversión histórica, pero vecinos sostienen que el munícipe utiliza ese argumento para evadir su responsabilidad inmediata y justificar la ausencia de resultados.
Aunque el municipio anunció una inversión de 32 millones de pesos para intervenir puntos críticos, los afectados denuncian que las obras avanzan lentamente y que el plan de acción no contempla todas las zonas vulnerables.
En colonias como Olímpica Radio, San Lorenzo Totolinga y Chimalpa, el temor crece con cada lluvia, mientras los residentes afirman que las autoridades se limitan a entregar diagnósticos que no resuelven nada.
“Llevamos años viviendo con el cerro encima. Prometen y prometen, pero nadie viene a ver cómo se caen las paredes”, acusa María del Rosario, habitante de Minas Coyote. “La tierra ya se abrió y nadie del municipio nos da una solución real”.
En la Colonia Olímpica Radio, donde se ejecuta una obra de contención, el ánimo tampoco mejora. “Esta intervención llega tarde. Aquí estábamos en riesgo desde hace más de una década, pero hasta ahora se ‘acordaron’”, señala Javier Ruiz, vecino de la zona.
El problema no se limita a viviendas. En San Francisco Chimalpa, la primaria Francisco Bassols operó con un muro severamente dañado sin que el gobierno municipal interviniera, hasta que el Estado ordenó suspender clases para evitar una tragedia. Las familias cuestionan por qué el ayuntamiento permitió que los menores permanecieran en condiciones tan riesgosas.
Al momento Montoya intenta distanciarse del desgaste político señalando a administraciones anteriores, aunque los afectados aseguran que la omisión actual agrava una emergencia que ya era conocida
La actualización del Atlas de Riesgos detenida desde 2009 es otra promesa que vecinos escuchan desde hace años sin cambios tangibles.
