Visitas
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El hartazgo se respira en cada rincón de Lomas de San Isidro. Para quienes viven en esta colonia de Los Reyes La Paz, el paisaje ha cambiado drásticamente: donde antes había senderos y calles estrechas, hoy se levantan montículos de cascajo arrojados sin control por un camión de volteo que, según los residentes, actúa con total impunidad.
La presencia de este tiradero clandestino ha encendido las alarmas de la comunidad, que ve cómo su entorno se degrada día tras día.
Los vecinos no dudan en afirmar que el vehículo es reincidente. Varios aseguran haberlo visto en más de una ocasión descargando toneladas de escombros sin que autoridad alguna intervenga.
“Ya reconocemos el camión. Vino una vez y volvió como si nada. Esto no es accidente, es negocio para ellos”, comenta una habitante que pide anonimato por miedo a represalias.
Relatan que los responsables cobran por retirar materiales de obras particulares, pero en lugar de llevarlos a un sitio autorizado, los vierten en la colonia para evitar costos de disposición.
El impacto es evidente. El cascajo obstruye accesos, altera el drenaje natural y se convierte rápidamente en foco para que otros desechen basura doméstica.
Con el paso de los días, el sitio huele a humedad, polvo acumulado y descomposición. “Estamos viviendo entre piedras, tierra y animales. Las ratas salen por las noches, y aquí hay muchos niños; no es vida”, asegura don Ernesto, vecino con más de veinte años en el lugar.
Datos del Instituto de Ecología del Estado de México indican que Los Reyes La Paz acumula 56 tiraderos ilegales activos este año, una cifra que revela el grado de abandono y falta de supervisión. En su mayoría, estos puntos se originan por prácticas irregulares de constructoras pequeñas y camiones particulares que buscan evadir tarifas oficiales.
