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Estas organizaciones surgieron como respuesta de la sociedad ante la inseguridad y la ineficacia de las autoridades michoacanas para combatir el crimen organizado
Diego Raya
Ciudad de México.- Los grupos de autodefensa surgieron en el estado de Michoacán como respuesta de la población a la inseguridad y la ineficiencia de las autoridades para garantizar el orden. No obstante, actualmente la presencia de estas organizaciones civiles es muy poca en los municipios de Michoacán, pues fueron absorbidas por grupos criminales.
La presencia de los grupos de autodefensa en Michoacán inició en 2013, cuando miembros de algunas comunidades se levantaron en armas para defenderse del Cártel de los Caballeros Templarios, tras hechos de violencia como secuestros, desapariciones y asesinatos. En aquel entonces, los líderes de estos grupos fueron Hipólito Mora y José Manuel Mireles.
Para el año 2014, se tenía registro de la presencia de grupos de autodefensa en 55 municipios de la entidad michoacana, en su mayoría cargados hacia el lado del suroeste del estado. Tal era el caso de sitios como Apatzingán, Aguililla, Lázaro Cárdenas, Pátzcuaro, Peribán, Tacámbaro, así como La Piedad, Tepalcatepec y Marcos Castellanos.
Sin embargo, 11 años después, el propio crimen organizado absorbió a estas organizaciones de la sociedad civil, pues se tiene conocimiento de siete grupos criminales que están encabezados por ex autodefensas. Más aún, apenas hay siete municipios que registran la presencia de grupos de autodefensa, como es el caso de Aquila, Buenavista, Cherán, Nahuatzen, Tingambato, Charapan y Tangamandapio.
El caso de los reclutados por el crimen es tan notorio, que Juan José Farías Álvarez, El Abuelo —quien fuera líder de las autodefensas en Tepalcatepec— fue objeto de una recompensa de hasta 10 millones de dólares a cambio de información que conduzca a su arresto, ofrecida por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
