324 lecturas
Por Eduardo López Betancourt
ENFRENTARÁ TAREAS COMPLEJAS
Con sorpresa para los círculos jurídicos, el magistrado Rafael Guerra Álvarez fue reelegido como presidente del Tribunal de Justicia de la Ciudad de México. Ha enfrentado numerosos señalamientos; es un secreto a voces que favorece a ciertos despachos que, sin recato, afirman contar con su simpatía para “fabricar sentencias” abiertamente contrarias al derecho. Además, como pocas veces, el órgano más relevante de impartición de justicia permaneció cerrado durante meses debido a que los trabajadores aseguran ser víctimas de tratos abusivos e indebidos.
El caso del magistrado Guerra recuerda al de Edgar Elías Azar, quien también se reeligió en tres ocasiones y cuyo periodo estuvo marcado por excesos y actos de corrupción.
El triunfo de Guerra fue contundente: obtuvo 60 votos de 79 posibles. Todo indica que nada cambiará y que el prestigio de los tribunales capitalinos seguirá lejos de las exigencias sociales. La tarea que enfrenta el presidente Guerra es sumamente compleja; de entrada, deberá deslindarse de cualquier compromiso con abogados litigantes. No debe olvidarse que recientemente fue asesinado el abogado David Cohen, con quien mantenía vínculos cercanos.
También será indispensable vigilar con auténtica seriedad y firmeza el comportamiento poco honorable de jueces y magistrados que, sin tapujos, venden resoluciones al mejor postor, perpetuando una lamentable consigna de corrupción.
Recuperar la confianza en la justicia capitalina es una prioridad. Para lograrlo, deberán adoptarse medidas drásticas para sancionar como debe de ser, se requiere la actuación de la Fiscalía de la Ciudad de México, para evitar que continúen actuando funcionarios mañosos, particularmente en el ámbito de la oralidad, donde han demostrado absoluta incompetencia y una descarada inclinación a favorecer delincuentes. La labor será ardua, pero siempre queda la esperanza de que quien no ha estado a la altura del reto pueda rectificar el rumbo y romper con los intereses ya establecidos.
