Visitas
El gobierno del edil Janecarlo Lozano cerró su primer año con una caída histórica para el crimen que no se habían visto en décadas
Redacción
El gobierno de Janecarlo Lozano en Gustavo A Madero, cerró su primer año con una caída histórica en los delitos de alto impacto, datos duros que no se habían visto en décadas y son respaldadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En conferencia de prensa, el alcalde Janecarlo Lozano detalló que los datos del SESNSP demuestran que los homicidios dolosos bajaron en 74% respecto a su pico histórico en 2018 y el último año bajó un 31% más, un resultado contundente que coloca a la demar-cación en su mejor nivel en diez años.
A la par, las lesiones por arma de fuego bajaron 41.82%, mientras que el robo de vehículo con violencia cayó 37.30%, delitos que por años azotaron la zona norte de la capital.
Janecarlo Lozano sostuvo que estos logros no son casualidad: “Mientras otros gobiernos voltean hacia otro lado, aquí asumimos que la seguridad es una responsabilidad directa. Sí nos toca cuidar a las familias maderenses, sí nos toca enfrentar a la delincuencia y sí nos toca dar resultados”, dijo.
La GAM se consolidó como la alcaldía con más patrullas en la Ciudad de México: 150 de la Secretaría de Seguridad Ciudadana más 112 nuevas unidades de la alcaldía, sumando más de 250 vehículos vigilando día y noche. Además, elementos de la Policía Auxiliar dejaron las oficinas y se lanzaron a las calles para tareas de patrullaje e investigación.
El avance tecnológico también marca la diferencia: 4,500 cámaras y 1,500 tótems de videovigilancia enlazados al primer Centro de Inteligencia de la alcaldía, un espacio que opera en tiempo real para detener delitos y blindar las colonias.
Para el alcalde, la seguridad se construye con fuerza, pero también con bienestar, y ahora cuenta con una alcaldía con más vigilancia, tecnología real y presencia policial.
Con estas acciones, Gustavo A. Madero envía un mensaje contundente: la seguridad dejó de ser promesa y se convirtió en resultado.
No es discurso, son números: homicidios, robos violentos y ataques armados se desplomaron como no ocurría en décadas, gracias a una estrategia que salió de las oficinas para hacerse presente en las calles.
