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A un mes del aumento de dos pesos al transporte público del Estado de México, la Secretaría de Movilidad sigue escondiendo el estudio técnico que justificó el alza
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La polémica por el reciente ajuste al pasaje en el Estado de México, no se apaga. A un mes de su entrada en vigor, la Secretaría de Movilidad, sigue sin dar a conocer el estudio técnico que debió sustentar el incremento, un documento obligatorio según la normativa vigente. La ausencia de este informe ha encendido la inconformidad entre organizaciones ciudadanas, que acusan a la Semov de operar con total falta de claridad.
Integrantes de “No al Tarifazo Edomex” explican que la dependencia debía detallar, por escrito y de forma pública, las razones económicas y operativas que llevaron a autorizar el alza.
El análisis, añaden, tendría que incluir compromisos exigidos a los concesionarios, principalmente el reemplazo de unidades desgastadas y la profesionalización de los operadores. Nada de eso ha aparecido. Por el contrario, aseguran que la Semov solicitó más tiempo para terminar el estudio, sin ofrecer un argumento convincente.
Los activistas recuerdan que este comportamiento no es nuevo. Cada reajuste tarifario llega acompañado de discursos sobre mejoras inminentes: camiones más seguros, motores eficientes, menos humo, mejores horarios. Sin embargo, revisan los años anteriores y encuentran el mismo patrón: promesas aplaudidas al inicio y olvidadas poco después.
La realidad que describen es evidente en las vialidades del Valle de Toluca, y la zona metropolitana del estado, donde circulan microbuses deteriorados, con sistemas mecánicos ruidosos y condiciones de seguridad cuestionables. El último diagnóstico oficial disponible, realizado en 2020, advertía que casi la totalidad del parque vehicular requería sustitución urgente. Cinco años después, poco ha cambiado y las unidades continúan acumulando fallas.
Los usuarios coinciden en que el incremento llegó sin mejoras visibles. “Nos suben la tarifa, pero no vemos ni una unidad nueva”, comenta Claudia Beltrán, vecina de San Mateo Oxtotitlán. “Pareciera que pagamos por un servicio que se cae a pedazos”.
