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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El conflicto entre Zumpango y Tequixquiac tomó un nuevo giro esta semana luego de que ambas administraciones se confrontaran por la posesión de un cárcamo situado en la avenida Acueducto de San Juan Zitlaltepec.
La instalación, estratégica para el suministro de agua en varias comunidades, se convirtió en el centro de una pugna que enfrentó directamente a las alcaldesas Roselia Veridiana García Alquisira y Sintique Mayte Moreno Rodríguez, quienes mantienen posturas completamente opuestas sobre la propiedad del predio.
Para los habitantes de la colonia Wenceslao Labra, en Tequixquiac, la disputa no es un asunto administrativo menor, sino una amenaza real al acceso diario al agua.
Zumpango sostiene que cuenta con documentación vigente que acredita su derecho sobre la infraestructura y acusa a Tequixquiac de haber ingresado de manera irregular al predio el pasado 22 de octubre. La administración local asegura que iniciará acciones legales por presunta invasión territorial y violación de límites municipales.
En respuesta, Tequixquiac rechazó los señalamientos y afirmó que el cárcamo forma parte de su patrimonio desde su donación en la década de 1980, lo que según su versión invalida cualquier reclamo externo.
La tensión entre los municipios no es nueva. En lo que va del año, se han registrado al menos cuatro incidentes relacionados con desacuerdos limítrofes y disputas por recursos hídricos.
Ante el recrudecimiento del conflicto y la imposibilidad de llegar a un acuerdo bilateral, ambas administraciones solicitaron la intervención de la Legislatura del Estado de México para revisar los documentos de propiedad, verificar los límites y garantizar la operación continua del sistema de agua.
