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El clérigo había desaparecido desde el pasado 27 de octubre, luego de oficiar una misa en la Iglesia de Santa Cruz Cantera donde arribó el 3 de octubre
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó que elementos de la institución detuvieron y cumplimentaron orden de aprehensión en contra de María Fernanda “N” y Brandon Jonathan “N”, quienes son investigados por su posible participación en el delito de desaparición cometida por particulares, en agravio de un sacerdote Ernesto Baltazar, reportado como desaparecido en Tultitlán que fuera encontrado sin vida el pasado miércoles.
La Fiscalía mexiquense detalló que, de acuerdo con la necropsia realizada al cuerpo localizado en un canal de aguas negras, el pasado miércoles se confirmó que pertenece al religioso.
El clérigo había desaparecido desde el pasado 27 de octubre, luego de oficiar una misa en la Iglesia de Santa Cruz Cantera, la cual está ubicada en la comunidad Ampliación la Piedad, en Tultepec, parroquia a la que había llegado desde el pasado 3 de octubre como responsable del recinto.

De acuerdo con información de la FGJEM el pasado 31 de octubre, familiares de la víctima acudieron a la dependencia local para denunciar la desaparición del prelado, de 43 años, por lo que se dio inicio a la investigación correspondiente, además de implementaron los protocolos de búsqueda para su localización.
Se determinó que con las primeras indagatorias, se permitió ubicar que el automóvil del sacerdote fue registrado por las cámaras y arcos carreteros de videovigilancia cuando se lo llevaban al estado de Hidalgo, mismo que iba acompañado de una motocicleta, debido a ello, la Fiscalía del Edomex solicitó la colaboración de la Procuraduría General de Justicia hidalguense para que fuera ubicado.
Una vez localizado el dueño de la motocicleta, éste señaló que se la prestó al inculpado para vender una camioneta en Hidalgo, ya con esta información se dio con la vivienda en la Unidad Habitacional Morelos, Tercera Sección, en Tultitlán, donde se efectuó un cateo logrando encontrar pertenencias y la ropa del cura.
La versión de los detenidos es que se reunieron el 27 de octubre para ingerir bebidas alcohólicas y consumir drogas, sin embargo, minutos después, Brandon “N” usó un arma punzocortante en contra del eclesiástico, que le ocasionó la muerte, por lo que lo metieron en bolsas negras para ir a tirar el cuerpo sin vida a un canal de aguas negras en Nextlalpan.
