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Tarifazo en Edomex, ¿por qué no dan la cara?

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Ana María Vázquez

Escritora/Dramaturga

@Anamariavazquez

Una de las promesas de campaña de la maestra Delfina Gómez, fue que no se aumentaría el transporte público, esto sucedió en 2023, sin embargo las presiones de los sindicatos lograron que el 15 de octubre pasado se publicara en la Gaceta EDOMEX, el aumento de 12 a 14 pesos, y el Suburbano 24,50 a 25 pesos el viaje largo, no hay una planeación ya que no se cuenta con una escalera de autorización, nadie sabe cuánto pagar por un trayecto, consecuentemente existe un abuso, todo, con el silencio de la maestra Delfina y de Daniel Sibaja, Secretario de Movilidad del EDOMEX, ahorcando aún más la ya precaria economía de los trabajadores que tienen que salir de su localidad para trabajar en la capital.

Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), son por lo menos 5.07 millones de personas la llamada población flotante que se traslada hacia sus centros de trabajo desde EDOMEX hasta CDMX y regresa a EDOMEX donde reside. una población que en la mayoría de los casos solo gana el sueldo mínimo y que con esa cantidad también tiene que cubrir el costo de sus alimentos cuando no pueden llevarlos desde su casa.

Marlene (nombre ficticio para proteger su identidad) me contactó la semana pasada para exponer su caso que, como el de muchos, es dramático. Con un sueldo de 8 mil pesos mensuales a (porque el único trabajo que pudo encontrar y es en CDMX) todos los días tiene que salir de noche, esperar a veces que pasen 4 o 5 unidades de transporte concesionado para poder desplazarse; unidades en mal estado, con conductores que prefieren llenarlas y arriesgar al pasaje, a brindar el servicio que deberían, con paradas que ellos inventan, carreras con otras unidades y música ensordecedora. Así, entre gritos y arrimones, muchas veces se queda atrapada entre la Gustavo Baz y la México Querétaro, en un trayecto que inicia a las 5:30 de la mañana y termina a las 20 horas si tiene suerte; cuando no puede llevar alimentos desde su casa, tiene que pagar entre 70 y 100 pesos para comer. Los transportistas tampoco respetan la tarifa oficial ya que siguen cobrando lo que quieren; el de Marlene es solo uno de miles de casos que exigen el compromiso de las autoridades, la transparencia de la maestra Delfina y de Sibaja para exponer públicamente las razones del tarifazo, los compromisos con los transportistas y explicar la ausencia de la escalera tarifaria. Y ella se pregunta ¿Por qué no dan la cara?

 

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